La operación con Enagás despeja la vía para el negocio verde de Reganosa

Beatriz García Couce
beatriz couce FERROL / LA VOZ

ECONOMÍA

Reganosa, en la foto de archivo, su terminal regasificadora, impulsa proyectos de energía verde
Reganosa, en la foto de archivo, su terminal regasificadora, impulsa proyectos de energía verde JOSE PARDO

La regulación encorseta la producción de biocombustibles para un gestor de la red de transporte, de la que se desprende ahora la firma mugardesa

02 mar 2023 . Actualizado a las 12:56 h.

El acuerdo sellado entre Enagás y Reganosa despeja el camino para un negocio, el de las energías renovables, en el que la empresa mugardesa ha basado gran parte de la estrategia de diversificación que ha desarrollado en los últimos años. La compañía que dirige Emilio Bruquetas impulsa distintos proyectos vinculados a las energías renovables, como sendas plantas de producción de hidrógeno en As Pontes y Meirama; una central de bombeo en el lago de la antigua villa minera y una red de terminales en Galicia para transformar en biogás los purines y otros residuos de las granjas de la comunidad. Sin embargo, en el camino de la expansión de este negocio verde se topaba con la regulación que limita determinadas actividades para los gestores y transportistas del sistema (TSO), una condición que ostenta la empresa como propietaria de la red vehicular que enlaza la terminal mugardesa con Guitiriz y Abegondo.

La regulación energética exige la independencia del operador de las infraestructuras del negocio de producción y comercialización, por lo que dejar de ser TSO da vía libre a la compañía para materializar sin ambages su negocio verde. De hecho, recientemente, Reganosa retomó la tramitación de la central de bombeo proyectada para el lago pontés, que había retirado para reconfigurar el proyecto. Se han introducido mejoras tecnológicas, técnicas y ambientales, tras reconfigurar la potencia, el caudal, el tamaño y la inversión. Así, el rendimiento de las instalaciones se ha multiplicado por siete con respecto a los parámetros iniciales.

Inversiones globales

La cartera de proyectos renovables que tiene encima de la mesa la compañía —en alianza con otras firmas— supera actualmente los mil millones de euros, por lo que el acuerdo alcanzado con Enagás —que ha desembolsado 54 millones de euros por los gasoductos de Reganosa— cobra especial trascendencia para la materialización de estas inversiones. También para la ejecución del hidroducto, infraestructura indispensable para dar salida a la futura producción de la comunidad, entre ellas a la que salga de las terminales promovidas por la firma mugardesa. Enagás asume el desarrollo del tendido, con el objetivo de que entre en operación en el 2030.

Con respecto a esta infraestructura se pronunció ayer el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda. «Frente ao risco certo que existía ata o de agora de que Galicia se convertese nunha illa dende o punto de vista enerxético, e sobre todo das novas enerxías, do hidróxeno, a alianza vai permitir despexar o futuro económico dunha empresa moi potente, como é Reganosa, e quedar conectados ás grandes redes de hidroductos europeos», valoró. Además, reiteró que el Gobierno gallego exigirá a Enagás que cumpla con ese compromiso de inversiones para materializar la infraestructura.

Con independencia de la trascendencia que tiene la operación para la comunidad, el mayor golpe de efecto de la alianza es la entrada de Reganosa en el accionariado de la planta regasificadora de El Musel. Y lo es porque tradicionalmente Enagás ha sido la que ha adquirido las terminales que fueron impulsadas inicialmente por otros promotores, como las de Bilbao o Sagunto, y únicamente tiene fuera de su control la gallega. Y no solo se mantiene esa circunstancia, sino que es la compañía gallega la que toma parte del capital de una de sus regasificadoras, y no de una cualquiera.

La planta de Gijón ha estado en el centro de las disputas entre Reganosa y Enagás los últimos años, al convertirse en la principal competencia para la gallega. Reganosa desembolsará casi el doble que Enagás por los gasoductos —en concreto 95 millones— y se garantiza tomar parte en las estratégicas decisiones de puesta en marcha de la planta asturiana. Una regasificadora que destinará alrededor de la mitad de su capacidad al almacenamiento logístico. La operación entre las dos firmas se materializará en el último trimestre de este 2023.