Las claves de la prohibición de los coches de combustión en la Unión Europea: ¿por qué se ha retrasado el acuerdo? ¿qué supondría la nueva norma?

La Voz REDACCIÓN

ECONOMÍA

CESAR QUIAN

Los Veintisiete habían aprobado ya la prohibición de la venta de coches de combustión para el 2035, pero la reticencia de Alemania ha paralizado la rúbrica de la norma en el último momento

25 mar 2023 . Actualizado a las 18:46 h.

A mediados de febrero, la Unión Europea confirmaba la fecha en la que llegaría el fin de los coches de combustión: el año 2035. Una decisión que se daba por hecha, tras su aprobación por parte de los eurodiputados, pero cuya ratificación se ha frenado en seco tras la reticencia de Alemania. Por ello, de momento, la UE evita poner fecha para el fin de este tipo de vehículos.

¿Qué se había aprobado exactamente?

El pasado 14 de febrero, el Parlamento Europeo votó a favor de prohibir en el 2035 la venta de vehículos gasolina y diésel, con lo que se ponía veto a los vehículos que emitan CO2 a partir de ese año. Los vehículos que se vendieran a partir del 1 de enero del 2035 tendrían que ser así cero contaminantes. Es decir, neutros en emisiones: eléctricos, de hidrógeno o de combustibles de nueva generación. 

La ratificación final de la norma estaba prevista para este martes 7 de marzo, pero cuando en el último momento, Alemania bloqueó la norma, pidiendo garantías adicionales para proteger a los coches que usen combustibles sintéticos limpios (lo que se conoce como e-Fuel). A ese veto se sumó enseguida Italia, y por ello, los embajadores de los Veintisiete se han visto obligados a retrasar la rúbrica del acuerdo «hasta una reunión posterior del Consejo», de fecha indeterminada.

¿Qué pasaría con los diésel y gasolina si se aprueba?

Aunque la fecha todavía no está clara, hay quien estará pensando eso de: ¿qué hago con mi coche diésel o gasolina si finalmente se aprueba el acuerdo? Y es que la vida útil de un coche está fijada entre 10 y 15 años, más o menos los que faltan para ese 2035 previsto en el plan inicial. Si finalmente se aprueba la norma y en la fecha límite tengo un diésel, ¿podré seguir usándolo? La respuesta es sí. 

La norma se refiere, en todo caso, a la venta de coches nuevos que emitan gases contaminantes, pero no a su uso, ya que los diésel y gasolina podrían seguir circulando hasta el año 2050.

Otro asunto podrían ser las normativas que se establecieran y los vetos a la circulación por parte de ayuntamientos o autonomías.

 

¿Qué coches se podrían comprar? ¿Y el mercado de segunda mano?

Los vehículos que se podrían vender como nuevos serían aquellos 100 % eléctricos, tanto de batería como de pila de combustible de hidrógeno -fuel cell-. Por supuesto, también aquellos que se desarrollasen con nuevas tecnologías. Si usan combustible, pueden venderse, siempre que este sea neutro en CO2

El mercado de segunda mano sortearía esta normativa: a partir del inicio del veto se podrían seguir comercializando vehículos de combustión, pero solo de segunda mano. Tendrían que haber sido, eso sí, matriculados antes de la fecha de inicio.

¿Esta norma sería para todos los vehículos o los hay que quedarían exentos?

Sí que hay vehículos que no se verían afectados: los industriales, autobuses o vehículos agrícolas y de construcción no se ven afectados. Tampoco estarían incluidos en la prohibición las motos y vehículos ligeros (categoría L: vehículos a motor con menos de dos ruedas en función de su cilindrada). Se podrían vender por lo tanto motocicletas, triciclos, quads o microcoches con motor de combustión.

¿Se podrían vender coches híbridos?

No se podrían seguir comercializando coches híbridos enchufables. ¿Por qué? Pues porque tiene el mismo problema comercial al contar con un motor de combustión. Los que estén propulsados por combustibles neutros en CO2 no tendrían problema, pero todo indica que los fabricantes se van a centrar en el desarrollo de los eléctricos.

¿Hay algún coche de combustión que podríamos comprar?

Sí. Aunque resulte curioso, hay un grupo de fabricantes que podrían seguir comercializando estos vehículos. Se haría una excepción para aquellos que produzcan menos de 10.000 coches al año. A ellos se les concede una moratoria de un año. Los que fabriquen menos de 1.000 al año, estarían exentos de cumplirla.

Hay que tener en cuenta otro punto. Si en estos años, la industria desarrolla un carburante de cero emisiones, sí se podrían vender ese tipo de vehículos de combustión.