El gigante químico alemán BASF despedirá a 2.600 trabajadores

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

RONALD WITTEK | EFE

El mayor conglomerado europeo del sector sucumbe ante los elevados precios del gas, lo que le obligará a cerrar varias fábricas

24 feb 2023 . Actualizado a las 13:40 h.

El conglomerado químico alemán BASF, el mayor de Europa, ha anunciado que recortará 2.600 empleos en todo el mundo, la mayoría en Alemania, para ahorrar 500 millones de euros anuales, según distintas agencias internacionales. La medida se ejecutará en los próximos doce meses y, según fuentes conocedoras de la decisión, al menos dos terceras partes de los que abandonarán la empresa procederán de la sede central, en Ludwigshafen. En España, BASF cuenta con una plantilla de unos 1.900 trabajadores repartidos por toda la geografía nacional, siendo Cataluña una de las regiones donde tiene más presencia industrial.

Esta decisión vendrá también acompañada de otras que afectarán a la capacidad de producción en una actividad donde el consumo de gas natural se lleva una buena parte de la factura del gasto, sobre todo desde la invasión de Ucrania. En este sentido, la compañía alemana prevé cerrar una serie de fábricas en Ludwigshafen, lo que supone un recorte de 700 empleos. Los cierres afectan a una fábrica de caprolactama, a una de las dos plantas de amoníaco y a instalaciones de fertilizantes. Asimismo, prevé disminuir la capacidad de producción de ácido adípico y cerrará las fábricas de ciclohexanol y ciclohexanona, que son precursores del ácido adípico, así como de ceniza de soda.

Lo cierto es que la situación económica de la firma no atraviesa por su mejor momento. BASF ya había pronosticado que sus ganancias ser reducirían este año, al tiempo que anunciaba una recompra de acciones debido al deterioro de la economía mundial. Nada más conocerse la decisión de reducir plantilla las acciones cayeron hasta un 7 % en la bolsa de Fráncfort, el mayor descenso desde junio del año pasado. 

En general, los recortes anunciados reducirán la fuerza laboral de BASF en aproximadamente un 2 % hasta el 2024. Son algunos de los más grandes realizados hasta ahora por una empresa alemana en medio de una crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania. Los fabricantes extranjeros con operaciones en el país, incluidos Dow Inc. y Ford Motor Co. , también se desharán de miles de puestos de trabajo. 

 «Los altos precios de la energía ahora suponen una carga adicional para la rentabilidad y la competitividad en Europa», dijo el director ejecutivo de BASF, Martin Brudermüller, en un comunicado en el que también citó «la sobrerregulación, los procesos de permisos lentos y burocráticos y, en particular, los altos costos para la mayoría de los países». El impacto de la factura del gas en las cuentas de la compañía aumentó en 2.200 millones de euros el año pasado en comparación con el 2021, incluso cuando el consumo cayó un 35 %. Si bien el gas ha retrocedido desde los máximos, los precios siguen siendo elevados en relación con los niveles históricos. También son más altos en Alemania que en las regiones manufactureras rivales de EE. UU. y Asia.  

Los resultados de BASF no dejan lugar a dudas. Sus ganancias se sitúan en los 5.400 millones de euros, un 12 % menos en el 2022. A pesar de los desafíos, mantuvo su dividendo sin cambios en los 3,40 euros por acción y espera una mejor segunda mitad del año en comparación con la primera, impulsada por una recuperación, especialmente en China.

 La empresa también ha sufrido de otras maneras la invasión de Ucrania, al cortar las conexiones entre la industria alemana y RusiaBASF había ayudado a financiar la construcción de los dos gasoductos Nord Stream a través de su subsidiaria Wintershall Dea. interrumpir los lazos con la empresa en enero provocó una amortización de 7.300 millones de euros y una pérdida histórica para BASF, que también operaba empresas conjuntas con Gazprom PJSC y otros.

Más despidos

El aumento de los precios del combustible pone en riesgo miles de puestos de trabajo y aumenta la posibilidad de nuevas desinversiones. De hecho, una encuesta de la asociación química VCI de Alemania de finales de enero reveló que casi la mitad de las empresas químicas planean reducir la inversión en Alemania este año debido a los costos de energía. El sector químico de Alemania es particularmente intensivo en gas, representando alrededor del 15 % del consumo anual total de combustible del país antes de la guerra.