La batalla política enturbia la imagen de independencia del Banco de España

C. A. / J. M.C. MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Fernando Sánchez | EUROPAPRESS

El PP deberá proponer otro consejero tras la dimisión de Antonio Cabrales a las seis horas de ser designado

15 feb 2023 . Actualizado a las 21:04 h.

Allá por el 2020, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ponía el organismo como ejemplo de independencia ante el Congreso de los Diputados. Sin embargo, el reciente vencimiento de mandatos en su consejo ha puesto en duda esa autonomía frente a injerencias políticas. Siguiendo la norma no escrita de designación de consejeros —suponía uno de los pocos pactos alcanzados entre Moncloa y el Partido Popular (PP)—, el Gobierno designó a Judith Arnal, exjefa de Gabinete de la vicepresidenta, Nadia Calviño, en sustitución de Carmen Alonso, nombrada en su momento también por el PSOE. La polémica ya estaba servida por su fuerte vinculación al partido. Pero la controversia se ha disparado después de que el consejero promovido por el PP para sustituir a Fernando Eguidazu, Antonio Cabrales, presentase su dimisión apenas seis horas después de ser designado por el Consejo de Ministros.

Un perfil técnico

La decisión de Cabrales, con una acreditada carrera profesional y un marcado perfil técnico, se precipitó tras conocerse que hace tiempo firmó una lista de apoyo a Clara Ponsatí, exconsejera de Enseñanza de la Generalitat de Cataluña que huyó a Bruselas junto a Carles Puigdemont tras el referendo ilegal del 1 de octubre del 2017. Algo imperdonable para el PP, que en el momento de la designación desconocía este hecho.

Ahora, su asiento vacío evidencia el peso político frente a la capacidad técnica a la hora de elegir consejeros. Según esa norma no escrita, el Ejecutivo propone al gobernador del organismo y la oposición al subgobernador. Los seis consejeros son designados, tres por el partido del Gobierno, dos por la oposición y otro con la denominada cuota catalana.

Desde el Ministerio de Economía confían en que el PP resuelva «cuanto antes» el nuevo nombramiento. Fuentes ligadas al proceso indican que, en principio, no hay plazos para que el PP ofrezca un nuevo nombre, pero coinciden con Economía en que «intentarán hacerlo rápido» para no enturbiar la percepción pública del Banco de España. Una situación que no sentaría nada bien al actual gobernador, quien ha reclamado un mayor peso del Parlamento en el proceso de selección.