Las patronales europeas del acero y la eólica alertan de la escasez de materiales críticos

C. P. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

GREENALIA

Sin tierras raras, cobre, níquel, manganeso, aluminio o chatarra peligra la fabricación de componentes como las turbinas

10 feb 2023 . Actualizado a las 19:30 h.

La energía eólica aspira a ser la principal fuente de suministro de electricidad en la Unión Europea (UE) en el 2050, aportando hasta la mitad de la generación total. Para lograr esa meta, no solo necesita acelerar los trámites para el despliegue de parques en mar y tierra, también requiere componentes como las turbinas, claves para hacer funcionar los aerogeneradores. 

Hay un socio indispensable en su fabricación: el sector del acero. Una industria que también necesita transformarse para funcionar con fuentes renovables. 

Descarbonizar la generación de energía y las industrias requerirá de componentes que solo se pueden fabricar con materiales escasos en la corteza terrestre, como las tierras raras (lantánidos y actínidos, que tienen propiedades magnéticas), níquel, manganeso, cobre, aluminio, chatarra ferrosa y fibras de vidrio y carbono.

Hasta ahora, los fabricantes de la UE conseguían abastecerse a través de terceros países, especialmente asiáticos. Pero la urgencia y gran competencia en el sector de las renovables, restringirá su acceso. Por eso ambas patronales, la del acero y la eólica, han pedido a la Comisión Europea que garantice el acceso y refinamiento de estos materiales en la ley de materias críticas (CRMA) que presentará en marzo: «Solo con igualdad de oportunidades en el acceso a materiales clave garantizará la competitividad a largo plazo de las fábricas europeas y evitará las emisiones de carbono», explican en un comunicado conjunto publicado este mismo jueves. 

¿A quién se compran estos materiales? Según explican las empresas, «prácticamente la totalidad de las tierras raras y materiales clave para la fibra de vidrio vienen de China. Indonesia, el mayor país productor de mineral de níquel, ha desplegado restricciones a su exportación, con una prohibición total desde enero del 2020», denuncian.  

Por si fuera poco, también la chatarra ferrosa escasea porque, a pesar de su importancia en toda la cadena de fabricación renovable, se está exportando a terceros países, fuera de la UE. Una situación «paradójica» para ambos sectores, que creen que pone en riesgo la autonomía estratégica de la UE y sus objetivos climáticos. 

Turbinas y electrolizadores 

Las turbinas de los aerogeneradores están hechas en un 90 % de acero, hierro y cemento, tres materiales cuya obtención produce una gran huella ambiental que la industria quiere reducir sustituyendo los combustibles fósiles que utilizan las factorías por energía renovable, pero sin esos materiales críticos, la transición se ralentizará porque no se llegarán a construir en plazo las infraestructuras que permitan abastecer a las factorías de energía renovable. Lo mismo ocurre con otros componentes en la cadena del hidrógeno como los electrolizadores PEM (los más eficientes en el mercado), que también necesitan materiales escasos como platino y titanio para mejorar sus membranas. 

«Ambos sectores dependen de un suministro de materiales clave suficiente, seguro y asequible», explican. En este sentido, la CRMA será crucial. No solo en términos de financiación, también para establecer las bases para la industria de exploración, extracción y refinamiento de estos materiales en la UE. La única manera que tiene la industria de cortar el cordón umbilical con China. 

«Esta ley debería incluir medidas de mercado para impulsar cadenas de suministro locales y sostenibles y ofrecer incentivos a la inversión, al menos comparables con la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de Estados Unidos», demanda el director general de la Asociación Europea del Acero (Eurofer), Axel Eggert.