La crisis del motor: primero la escasez de microchips, ahora los atascos en puertos y fábricas

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

ECONOMÍA

Oscar Vázquez

Miles de turismos se amontonan en las terminales españolas porque faltan camiones portavehículos

04 ene 2023 . Actualizado a las 16:43 h.

Más de un 25 % de los camiones portavehículos que había en el 2019 para transportar automóviles en España han desaparecido, lo que ha contribuido a que miles de coches se hayan amontonado estas Navidades en puertos y fábricas sin poder llegar a los concesionarios para ser vendidos.

Si en los primeros meses del 2019 había en España entre 3.400 y 3.500 camiones para el transporte de vehículos, en la actualidad solo quedan unos 2.700, según ha explicado a Efe el presidente de la asociación Transportave, José Manuel Peña.

Las razones de la desaparición de ese tipo de camiones son diversas, aunque imperan las económicas, pues se trata de vehículos muy caros, cuyo mantenimiento también cuesta mucho, y a cuyos dueños se les pagan unas tarifas que Peña califica de «irrisorias».

Un camión carrozado, es decir con cabeza tractora y carrocería, para transportar vehículos, puede costar unos 240.000 o 250.000 euros, lo que supone en algunos casos hasta el doble que otro tipo de camiones, según Peña, que señala que también es el doble el coste de su mantenimiento, así como el de los seguros de las mercancías que transportan.

La preocupación por la escasez de vehículos para transportar coches se ha producido a partir de la recuperación del ritmo de fabricación automovilística, tras amainar la crisis generada por la falta de semiconductores y componentes.

«Los picos de trabajo han subido mucho», explica Peña, que señala que ahora que se recupera la producción de vehículos, el problema que surge es la dificultad para hacer llegar los automóviles acabados que ya están designados a los concesionarios.

 

Caen las ventas en los concesionarios

En la última parte del año, los cuellos de botella en el transporte de vehículos desde fábricas o desde los puertos a los que llegan a los puntos de venta han provocado descensos en el número de vehículos nuevos matriculados.

Así, en diciembre solo se registraron 73.927 matriculaciones de turismos y todoterrenos, lo que supone una caída de las ventas del 14,1 % con respecto al mismo mes del año anterior.

Ello ha contribuido a cerrar un mal año para el sector. En todo el 2022 se matricularon 813.396 vehículos, por debajo de las 830.000 que pronosticaban las patronales del sector en sus últimas previsiones y muy lejos ya del millón de matriculaciones que se lograba antes de la pandemia. En Galicia, las matriculaciones se hundieron el doble que la media española, un 10 %. 

Los problemas logísticos han hecho también que los tiempos de espera para recibir un vehículo nuevo, aunque se han reducido, no han mejorado todo lo que se esperaba tras la crisis por la falta de semiconductores.

Miles de vehículos en los puertos

En varios puertos españoles se han acumulado grandes cantidades de vehículos debido a este motivo y, por ejemplo, en Santander, sobre el 20 de diciembre, se almacenaban unos 15.000 coches, algunos aparcados hasta en cunetas, porque las empresas logísticas no podían asumir su traslado por la falta de camiones.

Escenas similares se han vivido en otros puertos españoles, donde se recibe cerca la gran mayoría de los vehículos que se venden en España. Solo el 20 % de los automóviles que se compran en este país han sido fabricados aquí.

Tanto fabricantes como concesionarios y distribuidores confirmaban esta semana en una declaración conjunta que en la recta final del 2022 «las dificultades en el transporte de vehículos a los concesionarios han provocado que miles de automóviles permanezcan parados en los puertos y campas retrasando su entrega a los compradores».

Sector poco atractivo para trabajar

A la escasez de vehículos disponibles para transportar automóviles listos para su venta se suma también la falta de conductores dispuestos a hacerlo, ya sea porque los trabajadores prefieren otras profesiones con mejores condiciones laborales o porque no cuentan con la formación necesaria.

Ser conductor de este tipo de camiones portavehículos requiere una preparación, pues hay que ser especialista en la manipulación de vehículos para su carga y descarga en los camiones. Además, advierte Peña, hay que asumir costes, si uno se equivoca.

El escaso diferencial que se obtiene con la actividad de transportar vehículos ha hecho que deje de ser interesante para los autónomos y microempresas, que prefieren transportar otro tipo de mercancías.

El presidente de Transportave dice que llevaban tiempo advirtiendo a los operadores logísticos y a los fabricantes de coches de que iba a haber problemas para distribuir a los concesionarios los vehículos producidos.

La solución a corto plazo para aumentar este tipo de transporte no es sencilla, según Peña, quien añade que desde su asociación se está trabajando en crear una escuela específica para este tipo de conductores, para que haya más profesionales disponibles.

No obstante, apunta que también hay que hacer atractivo el sector para incentivar la inversión por parte de autónomos y empresarios y dar «seguridad en el tiempo».

De hecho, aunque ahora, tras la crisis de los semiconductores, hay más trabajo, pero un descenso de producción de vehículos, como el que ocurrió hace no tanto, puede desencadenar de nuevo la desaparición de empresas por falta de trabajo.