El precio medio de la vivienda en Galicia creció este año un 6,3 %

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Paula P. Ferreira

A Coruña es la ciudad más cara para comprar aunque es en Lugo donde más se encarecen los inmuebles

30 dic 2022 . Actualizado a las 11:31 h.

El mercado inmobiliario no ha vivido de espaldas a los sobresaltos de un 2022 marcado por la inflación

El ahorro embalsado de las familias, el anticipo de las subidas de los tipos de interés, la alta demanda por la necesidad de poner el dinero a salvo de la corrosión del IPC y la escasa oferta de vivienda en España han impulsado al alza el precio de los inmuebles este 2022, con un crecimiento medio del 8,1 %, según los últimos datos publicados este viernes por Tinsa. 

En el caso de Galicia, ese alza es algo más moderado. El precio medio de la vivienda se la elevado un 6,3 % en el 2022, hasta situar el metro cuadrado en los 1.204 euros. La revalorización de estos activos está lejos del repunte del 10,4 % de Madrid, el 10,3 % de Aragón o el 8,7 % del País Vasco. 

Provincias y ciudades

Pontevedra es la provincia gallega donde más crecieron los precios este 2022 (7,9 %). El metro cuadrado cotiza en los 1.303 euros de media. Le siguen Lugo (5,5 %), donde cuesta 887 euros, y Ourense (4 %), donde el precio del metro cuadrado es de 880 euros. La subida en A Coruña, a pesar del repunte del último trimestre, es la más moderada (3,5 %). No obstante, el metro cuadrado es el segundo más caro (1.253 euros). 

Pasando la lupa ciudad a ciudad, el mapa de precios cambia. A Coruña sigue siendo la urbe más cara donde comprar una vivienda en Galicia. Tras subir un 3 % este año, ya hay que desembolsar una media de 1.858 euros por metro cuadrado para hacerse con un inmueble en la ciudad herculina. No obstante, el mayor repunte de precios se ha dado en Lugo (6,7 %), donde ya se pagan 1.079 euros por el metro cuadrado. Vigo es la segunda ciudad menos asequible para adquirir una vivienda. El precio ha subido un 6,2 % este año, hasta los 1.635 euros el metro cuadrado. Le sigue Santiago, donde el repunte apenas fue del 0,9 %, hasta los 1.440 euros. En Pontevedra, la vivienda ha medrado un 6,2 % de media este año y el metro cuadrado ya cotiza en los 1.338 euros, ligeramente por encima de los 1.230 euros de Ourense, donde el precio de los inmuebles ha crecido un 3,5 %.

El mayor esfuerzo hipotecario -medido como porcentaje de los ingresos que dedica el hogar a pagar las cuotas mensuales-, lo hacen los residentes en la provincia de Pontevedra (27,8 %), con una mensualidad media de 527 euros. Les siguen los coruñeses (24,7 % y 520 euros), lucenses (20,7 % y 508 euros) y, por último, los ourensanos (20,7 % y 422 euros). 

Escasez de visados de obra

El informe de Tinsa también apunta a un problema recurrente que viene denunciando el sector inmobiliario en Galicia: la lentitud y la escasez de permisos para iniciar nuevas construcciones. Lugo es la provincia de España donde menos visados de obra se conceden (1,1 por cada 1.000 viviendas del parque provincial). El resto no están mejor. Ourense es la segunda, con solo 1,3 por cada 1.000. A Coruña también está en el top 5 de España donde más falta hacen licencias de construcción (solo se conceden 1,6 por cada 1.000). Se trata de un problema acuciante porque sin aumentar la oferta disponible, los precios podrían seguir subiendo, también en el mercado del alquiler, que ya está muy tensionado en las urbes gallegas del flanco atlántico. 

¿Qué se puede esperar para el 2023? Desde Tinsa apuntan que los datos del último trimestre del año apuntan a «una moderación tras el cambio de la política monetaria del BCE que hace esperar una desaceleración del crecimiento económico y, en consecuencia, impulsa un endurecimiento de los criterios de concesión de préstamos». Eso significa que el año que viene será de contención. Aunque el apetito por comprar vivienda ha decaído, lo cierto es que la lentitud en la concesión de licencias de obra y la oferta limitada del parque de viviendas, junto con la incertidumbre en torno a los costes de construcción y financiación, podrían mantener los precios en los umbrales actuales. 

«En el 2023, la persistente limitación de la oferta puede mantener la tensión de los precios al alza, si bien se espera que tiendan a la estabilización a medida que se modere la demanda», explican desde Tinsa.