El consumo de gas y electricidad en España cayó un 20 y un 7 % desde agosto

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

FERNANDO VILLAR | EFE

La ministra Teresa Ribera, «enormemente preocupada» por la nueva propuesta de Bruselas en torno a su precio máximo

12 dic 2022 . Actualizado a las 21:03 h.

Aprieta el frío en estos últimos compases de un 2022 que, en lo climático, ha sido favorable. Y eso se ha notado en el consumo energético. España redujo casi un 20 % la demanda de gas desde el 1 de agosto hasta el 4 de diciembre respecto a la media de los últimos cinco años. ¿Qué hay de la electricidad? Su consumo también ha caído: un 7 %.

Pero las suaves temperaturas otoñales previas a la Navidad no pueden explicar por sí solas este desplome. La ministra para la Transición Energética, Teresa Ribera, reconoció este lunes las dificultades que tienen para determinar qué parte del ahorro se puede imputar a las medidas de eficiencia energética promovidas por el Gobierno en verano y qué parte se debería atribuir a la reducción de la producción y hasta paralización de factorías, a causa de los altos precios que alcanzó el hidrocarburo en los meses estivales. «Hay sectores industriales que lo han sustituido por otros combustibles, como es el caso del petroquímico», celebró.

En la actualidad, España tiene sus reservas de gas natural al 95 %, suficientes para resistir 33 días si se cortara el suministro en la UE de forma abrupta, algo «improbable», según Ribera. El país podría ganar otros 22 días extra con el gas natural licuado (GNL) que tiene almacenado (65 % de la capacidad total). Todo ello a pesar del incremento de la demanda de energía desde Francia. De agosto a noviembre se exportaron 5.290 gigavatios (GW) al país galo que, del que se solían importar 2.336 GW en ese período.

Mecanismo ibérico

¿Cómo han evolucionado los precios? Según los datos aportados por Ribera, las medidas desplegadas por el Gobierno, incluidas las rebajas fiscales, han reducido un 34 % la factura media de la luz de los españoles. Entre un 64 y un 77 % en el caso de los consumidores más vulnerables.

¿Ha ayudado el mecanismo ibérico? Este sistema temporal, que entró en vigor a mediados de junio, fija un tope al precio del gas que se utiliza en la generación de energía en plantas de ciclo combinado. De esta forma, se evita que su alta cotización marque el precio al que deben ser retribuidas el resto de tecnologías (nuclear, eólica, solar, hidráulica etc.), tal y como establece el actual sistema de fijación de precios. Lo cierto es que, desde su implantación, el precio de la electricidad en el mercado mayorista ha caído casi un 50 % y hasta un 60 % respecto al pico de agosto.

La ministra también instó a las comercializadoras de energía a resolver los cuellos de botella en la tramitación del aluvión de solicitudes de cambio de los clientes a la tarifa regulada de gas (TUR).

Negociaciones europeas

La propia Ribera admitió sentirse «enormemente preocupada» por la insistencia de Bruselas en fijar un umbral demasiado alto al precio tope del gas que importa la UE (en su última propuesta ha rebajado ese techo a los 220 euros el megavatio hora). La Comisión defiende mantener como referencia los precios de la plaza holandesa (TTF), pero España exige diseñar una cesta de referencia de precios de gas de plazas internacionales a la que se le sumaría un pago extra del 10 %, para garantizar que el mercado europeo sigue siendo atractivo para vender el hidrocarburo. ¿A qué atribuye la ministra esa cerrazón en Bruselas? A las presiones de operadores de países como Alemania y Países Bajos, que cerraron operaciones en agosto a precios muy elevados: «Normalizar que el precio del verano sea el precio que paguemos todos a partir de ahora, es peligroso», señaló.