El Gobierno renuncia a transportar gas por la tubería BarMar, sustituta del MidCat

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

ECONOMÍA

Brais Lorenzo | EFE

El proyecto, que podría costar unos 3.000 millones, excluye el hidrocarburo para recibir financiación europea

08 dic 2022 . Actualizado a las 10:32 h.

La conexión submarina entre Barcelona y Marsella, bautizada con el nombre H2Med -antigua BarMar-, se destinará únicamente al transporte de hidrógeno verde cuando esté lista para entrar en funcionamiento. La sustituta del malogrado MidCat, que tanto ha denostado Francia, no transportará gas natural. 

A pesar de que se había señalado la posibilidad de que la futura infraestructura entre España y Francia pudiera, en un primer momento, transportar hidrocarburo, para posteriormente destinarse exclusivamente a hidrógeno verde, finalmente será un conducto construido para el hidrógeno como único fin, según confirmaron fuentes gubernamentales a Europa Press. 

¿Por qué renuncia el Gobierno de Pedro Sánchez a exportar gas? Para conseguir financiación europea. El proyecto, que según algunos cálculos podría costar hasta 3.000 millones de euros, debe ceñirse a las reglas de la UE y estas no permiten financiar nuevas infraestructuras relacionadas con los combustibles fósiles. 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez,  junto al de Francia, Emmanuel Macron, y el primer ministro de Portugal, António Costa, darán el pistoletazo de salida oficial al proyecto este mismo viernes, en la Cumbre Euromediterránea (UE-MED9), a la que asistirá también la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Durante la cita, los dirigentes definirán los detalles a nivel de coste, estudios de viabilidad de mercado e impacto medioambiental para establecer la hoja de ruta del corredor del hidrógeno verde mediterráneo, que se prevé que esté operativo en el horizonte del 2030. La fecha es tan lejana que no servirá para aplacar el impacto de la actual crisis energética, como sí servía la culminación del MidCat, que demandaban España, Portugal y Alemania frente al rechazo francés. 

La mitad del coste, a cargo de la UE

Los tres países deberán presentar ahora el proyecto ante la Comisión Europea antes del 15 de diciembre si quieren optar a las ayudas, que podrían llegar a sufragar entre el 30 y el 50 % del coste total de la infraestructura. «No es una tubería barata, es muy grande y es cara, y es aspiración de los tres países que haya financiación europea, y hay que cumplir las reglas», explican fuentes del Gobierno. 

El tubo submarino entre Barcelona y Marsella es una de las patas del denominado Corredor de Energía Verde, que conectará Portugal, España y Francia con la red energética de la Unión Europea. La otra pasa por concluir el proyecto que conecta Celourico da Beira (Portugal) y Zamora, que sí podría transportar gas.