El paro cae, pese al frenazo del empleo, gracias a los contratos fijos discontinuos

G. Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Imagen de archivo de una oficina de empleo de Ferrol
Imagen de archivo de una oficina de empleo de Ferrol ANGEL MANSO

Sigue la sangría de autónomos: casi 2.000 bajas en Galicia desde el verano

09 dic 2022 . Actualizado a las 19:02 h.

Como había advertido el ministro Escrivá hace dos semanas, el mercado laboral se estancó en noviembre, al menos en lo que a creación de empleo se refiere. La Seguridad Social perdió 155 cotizantes de media en un mes que, salvo en los dos últimos años, en pleno rebote de la actividad tras la pandemia y los ERTE, estaba marcado por la caída de la ocupación previa a las contrataciones para la campaña navideña.

Pero si en el pasado la pérdida de afiliados venía acompañada de un aumento del paro registrado en las oficinas de empleo, en esta ocasión no ha sido así, ya que noviembre cerró con 33.512 desempleados menos en las listas de los servicios públicos de empleo. En Galicia, la tendencia fue la misma, ya que la afiliación media cayó en 1.093 personas y el paro registrado, en 962.

La explicación a esa aparente paradoja hay que buscarla en la reforma laboral, que restringió los contratos temporales e hizo del fijo discontinuo la figura de referencia en sectores de elevada estacionalidad. En los períodos de inactividad, estos trabajadores dejan de computar como afiliados a la Seguridad Social, pero no se registran como parados, aunque se anoten como demandantes de empleo para cobrar la prestación.

No se trata de un cambio de criterio ni de maquillaje estadístico, ya que los datos se contabilizan con el mismo criterio desde 1985, defienden desde el Ministerio de Trabajo, pero como ahora hay muchos más fijos discontinuos, se produce una distorsión en la serie histórica del paro.

En realidad, la estadística sí refleja el pase a situación de inactividad de los fijos discontinuos, pero lo hace en el apartado de demandantes de empleo ocupados, al igual que ocurría en su momento con los trabajadores en ERTE, puesto que mantienen su relación laboral (en espera de que su empleador vuelva a llamarlos). El mes pasado, este apartado de demandantes de empleo ocupados aumentó en más de 110.000 personas en todo el país (unas 3.600 en Galicia). El caso más llamativo es el de Baleares, donde con el fin de la temporada turística la cifra esta categoría de parados se duplicó, pasando de los 33.704 de octubre a 78.669.

El comercio tira de los contratos

Precisamente, el cierre de muchos establecimientos de temporada, como restaurantes u hoteles, se tradujo en más de 104.800 bajas en la hostelería el mes pasado, que no se lograron compensar con las contrataciones en educación (casi 29.000 nuevos cotizantes, con la conversión de lo que en otros cursos eran contratos temporales en fijos discontinuos) o en el comercio (22.000 empleos netos más gracias al tirón del Black Friday, antesala de la Navidad). Gracias a estos sectores y a la contratación de trabajadores domésticos y del régimen especial agrario, el empleo asalariado siguió creciendo el mes pasado, con 3.800 afiliados más.

Si el mes cerró en números rojos fue porque la sangría de los autónomos sigue sin taponarse: el mes pasado se dieron de baja de la Seguridad Social 2.800 trabajadores por cuenta propia, 323 de ellos en Galicia. La comunidad ha perdido 1.925 autoempleados en solo cinco meses, desde el comienzo del verano, y más de 2.500 en lo que va de año.

De hecho, la patronal CEOE señaló ayer el «menor dinamismo que se constata en autónomos y pymes» como la gran sombra de un mercado laboral que está mostrando una «mayor resiliencia» que anteriores etapas de desaceleración económica. «Estamos hartos de alertar de la extrema situación en la que se encuentra el pequeño comercio y la hostelería de nuestro país. Es necesario tomar medidas de forma inmediata para detener esta sangría», clamó ayer el presidente de la asociación de autónomos UPTA, Eduardo Abad. «Hacemos un llamamiento a los gobiernos autonómicos para que tomen decisiones de inmediato o veremos como nuestros pueblos y ciudades se quedan sin servicios», alertó.

Yolanda Díaz pide al PP que deje de hacer «trumpismo» con las estadísticas del mercado laboral

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, mostró ayer su preocupación por «el trumpismo» económico en el que, a su juicio, está cayendo el PP, después de que la portavoz popular en el Congreso, Cuca Gamarra, acusase ayer al Gobierno de «ocultar los verdaderos» datos de paro a través de los fijos discontinuos y anunciase que presentarán una iniciativa parlamentaria exigiendo «transparencia».

La ministra de Trabajo recordó que la metodología que se aplica es la misma de los últimos 37 años, que no se ha modificado desde mediados de los ochenta. Desde entonces, destacó, ningún Gobierno, tampoco los del PP, «ha movido una coma de cómo se computa». «¿Nos quiere decir que cuando gobernaban Aznar y Rajoy se estaban maquillando los datos? (...) ¿Nos está diciendo que Rueda, Ayuso o Moreno Bonilla están maquillando los datos?», ironizó Díaz.

La ministra precisó que los fijos-discontinuos no se cuentan como parados porque «no están en una búsqueda activa de empleo» y añadió que el cómputo se hace de la misma manera en el resto de Europa. De hecho, la estadística oficial y homologable para medir el desempleo y comparar los datos con los del resto de Europa es la encuesta de población activa del INE.

Díaz encontró el respaldo del ministro Escrivá, que calificó la polémica de «espuria, estéril y amplificada». Para el titular de Seguridad Social, se trata solo de un «intento desesperado y angustioso por intentar ensuciar» las buenas cifras del mercado laboral.