El número de empresas insolventes superará el pico histórico del 2013

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

CAPOTILLO

Entre los autónomos, se han multiplicado por siete en apenas tres años

28 nov 2022 . Actualizado a las 19:34 h.

Pandemia, guerra, inflación... La economía no ha ganando para disgustos en los últimos tres años en los que las empresas han tratado de aguantar el tipo. No todas han podido. A pesar de la moratoria concursal y las líneas de crédito del ICO desplegadas por el Gobierno, el año pasado aumentaron los concursos de acreedores un 24 % con respecto al 2019 -antes del covid-. Se trata de la mayor subida en el conjunto de las economías europeas. No obstante solo 13 de cada 10.000 firmas en España recurren a esta vía para buscar una salida, frente a la media de 47 en la UE. 

Según ha revelado este lunes el Colegio General de Economistas (CGE), la tendencia seguirá en aumento este año y el 2023. Si el año pasado en España se declararon insolventes 7.063 empresas, este 2022 podría despedirse con más de 8.470 negocios nuevos en proceso de reestructuración, un 20 % más. «En el 2023, el número de concursos de acreedores podría seguir creciendo, pero menos, ya que la nueva ley de reforma concursal promueve otras herramientas, como los planes de reestructuración, que ahora entrarían en juego», explicó su presidente, Valentín Pich. ¿Hasta dónde podrían llegar las insolvencias? Según sus cálculos, el año que viene habrá alrededor de 9.400 negocios que se acojan a concurso, superando el umbral histórico del 2013, cuando la crisis financiera disparó las insolvencias hasta las 9.143.  

¿Significan estas cifras que la economía está descarrilando? No. La situación es diferente a la de entonces. Entre otras cosas porque por cada negocio extinto, se crean tres sociedades. «Veremos crecer los concursos, pero no será necesariamente un síntoma de crisis sino un síntoma de regularidad», explican desde el CGE. 

Causas

Y es que en España todavía persiste el estigma de pedir ayuda cuando se detectan las primeras señales de problemas. Cuando las empresas piden ayuda, ya se encuentran en fases muy avanzadas de insolvencia y el 95 % acaban en liquidación. La reforma de la ley concursal trata de atajar ese problema y crear incentivos para que los negocios puedan acogerse a reestructuraciones tempranas efectivas, de ahí que puedan aumentar las cifras en los próximos meses. 

No obstante, el clima de deterioro económico también pesará en la decisión de algunos negocios de solicitar ayuda, aunque no como en crisis pasadas. Los economistas proyectan una recesión corta y poco intensa, de apenas dos meses, ahora que los españoles parecen haber gastado todo el ahorro embalsado durante la pandemia y la inflación aprieta sus cuentas. En cualquier caso, aunque la demanda se contraiga «no habrá destrucción de capital apreciable en los próximos trimestres», estiman. 

¿En qué comunidades autónomas hay más incidencia? Cataluña se anota el peor resultado en cuanto al número de insolvencias declaradas (2.446) sobre el total de su tejido empresarial (622.967 firmas). Le siguen Asturias (161 sobre 67.573) y País Vasco (337 de 139.824). 

En Galicia, los negocios que se declararon en concurso de acreedores en el 2021 ascendieron a 233, de las 194.657 firmas que hay registradas en la comunidad, por lo que solo hay cinco regiones con mejores resultados. Eso sí, hubo 219 procesos de liquidación total de negocios. 

Micropymes y autónomos se hunden 

El análisis de los expertos del CGE pone el foco sobre los principales damnificados en casos de insolvencia. Como no podía ser de otro modo, se trata de negocios pequeños, con poco músculo financiero para resistir en un entorno multicrisis: autónomos y micropymes -tienen menos de 10 trabajadores, un volumen de negocio inferior a 700.000 euros o un pasivo que no alcanza los 350.000 euros-. 

Uno de cada tres concursos de acreedores en España lo presenta un autónomo. Las insolvencias entre este colectivo en lo que va de 2022 (2.330) ya multiplican por siete las del 2019 (326). ¿A qué se atribuye este repunte tan acusado? Los economistas apuntan al interés por acogerse a la segunda oportunidad. Las micropymes concentran el 40 % del total.  

Por sectores, el comercio es el que vuelve a acumular el mayor número de empresas en problemas, seguido del sector profesional y la hostelería, que sube a la tercera posición, desplazando a la construcción, que en el pasado lideró los ránking de insolvencias. No obstante, el 2023 se antoja complicado para el ladrillo: «En el próximo año veremos concursos de constructoras pequeñas incapaces de transmitir sus costes porque ya tenían contratos cerrados o porque los promotores han llegado a su capacidad máxima de pago», apuntan. 

Y, aunque la morosidad sigue a raya, desde el CGE apuntan en la misma dirección que los organismos internacionales: irá en aumento de forma progresiva en los próximos meses, cuando las empresas zombis, que sobrevivieron desde el 2020 gracias a las ayudas públicas, vayan declarando gradualmente sus impagos.