Escrivá propone ampliar el período para calcular la pensión a los mejores 28 años de los 30 últimos

Lucía Palacios COLPISA

ECONOMÍA

Jesús Hellín | EUROPAPRESS

El ministro traslada a los sindicatos y patronal su deseo de subir las cotizaciones máximas un 30 % adicional a la inflación media a partir del 2025 y hasta el 2050

28 nov 2022 . Actualizado a las 22:36 h.

Las cartas sobre la segunda fase de la reforma de las pensiones ya están encima de la mesa del diálogo social. El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, por fin presentó a sindicatos y patronal su propuesta sobre los dos grandes cambios que faltan por aprobar antes de que termine el año: la subida de las bases máximas de cotización y la ampliación del período de la pensión. Por el momento, queda en el aire si finalmente se accede a la petición de la Comisión Europea y se prorroga la subida de cotización del 0,6 % que supone el mecanismo de equidad intergeneracional (MEI) hasta el 2050. En juego está el desembolso del próximo tramo de financiación de los fondos europeos.

No ha habido sorpresas y el documento que entregó en la reunión mantenida este lunes, después de un parón en la negociación de más de dos meses, recoge los globos sonda que había lanzado el ministro en estas últimas semanas, puesto que aunque hay que remontarse al pasado 12 de septiembre para el último encuentro oficial, el departamento de Seguridad Social ha estado manteniendo contactos bilaterales, sobre todo con los sindicatos. 

Así, tal y como había adelantado este periódico, Escrivá plantea un incremento adicional a la inflación de las cotizaciones máximas del 30 % durante los próximos 30 años, mientras que pretende ampliar a 30 los años de vida laboral que se utilizan para calcular la jubilación, aunque permitirá descartar dos años, los peores. Ahora son los 25 últimos.

La propuesta inicial del Gobierno, ahora sujeta a la negociación con los interlocutores sociales, incluye la extensión moderada del período de cómputo de la pensión, que supone la elección de los mejores 28 años de 30 (es decir, se descartan las peores 24 mensualidades), un cambio que se realizaría de manera progresiva.

También se incluye la mejora del tratamiento de las lagunas de cotización para las mujeres y también para los varones cuya carrera de cotización se haya visto minorada tras tener un hijo, en línea con el funcionamiento del complemento de brecha de género. Asimismo, se crea un tratamiento especial para las lagunas de cotización del colectivo de autónomos.

Subida gradual del 30 %

La otra medida es la subida gradual de las cotizaciones de los que más ganan, actualmente topadas en los 49.672 euros anuales (por encima de esta cantidad, no se paga a la Seguridad Social). Así, se propone vincular la evolución de la base máxima al criterio de revalorización de las pensiones, el IPC medio del año, así como un incremento adicional anual de 1,154 puntos entre los años 2025 y 2050. Se trata de un aumento del 30 % en términos reales que irá acompañado de un incremento de la pensión máxima.

El acuerdo a día de hoy parece más que complicado. El no de la patronal se da prácticamente por seguro, puesto que los empresarios ya han advertido de que no tolerarán más subidas de impuestos. La CEOE tiene el hacha de guerra en alto a raíz de que el Gobierno incluye en los Presupuestos una subida del 8,6 % de las cotizaciones máximas sin ni siquiera avisarles, que se suma al alza del 0,6 % que supone el nuevo mecanismo de equidad. 

Por el contrario, a los sindicatos les parece escasa un incremento del 30 % de las bases máximas y exigen un destope total o, por lo menos, más elevado, mientras que se muestran recelosos de la idea de ampliar los años de cálculo de la pensión.