Naturgy confirma que Argelia encarecerá el gas que llega a España por gasoducto

Redacción LA VOZ, AGENCIAS

ECONOMÍA

Reynés es el presidente ejecutivo de Naturgy
Reynés es el presidente ejecutivo de Naturgy Alejandro Martínez Vélez | EUROPAPRESS

La empresa firma un acuerdo con el país africano para actualizar los precios de suministro hasta finales de este año, pero sigue negociando las condiciones a partir del 1 de enero

07 oct 2022 . Actualizado a las 09:35 h.

Naturgy y la sociedad pública argelina Sonatrach acaban de firmar los acuerdos para la revisión del precio de sus contratos de aprovisionamiento de gas natural, según ha comunicado la compañía española a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Sin embargo, la empresa eléctrica precisó que el pacto para la actualización de tarifas afecta solo a los volúmenes suministrados hasta finales de este año y que las dos compañías continúan negociando los precios aplicables a partir del 1 de enero del 2023.

Ambas compañías mantienen un contrato de suministro de gas hasta el 2030, pero los precios se actualizan cada dos años en función de las condiciones de mercado. 

Unas horas antes del comunicado a la CNMV, el presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés, anunció que las negociaciones con Sonatrach para la revisión del contrato de suministro de gas natural con Argelia «avanzan muy bien» y «en breve habrá buenas noticias», aunque avisó que está «buena noticia no será completa, ya que los precios lógicamente van a subir».

En los Encuentros Empresariales CEOE Cepyme, Reynés señaló, de todas maneras, que esta revisión de los precios del contrato con Argelia para el período 2022-2024 no será tan elevada como «las cifras desorbitadas que se han dicho en algunos foros».

El directivo reconoció que la situación actual de cotizaciones disparadas para el gas natural hacen que las conversaciones con Sonatrach, suministrador histórico de Naturgy, socio en el gasoducto Medgaz y accionista de la compañía con una participación de más del 4 %, hayan sido «largas», aunque subrayó que la voluntad de ambas partes «está siendo muy buena para no poner en riesgo la seguridad de suministro».

Pero las relaciones con Sonatrach están enturbiadas por las tensas relaciones políticas entre España y Argelia por el conflicto del Sáhara.

Argelia es ahora el segundo mayor suministrador de hidrocarburo a España, con el 27,9 % del total de las entregas hasta agosto, después de Estados Unidos, de donde procede el 28,6 %, aunque este gas viene en barco.

De todas maneras, Reynés, que pidió la «prudencia» necesaria para este tipo de negociaciones marcadas por la confidencialidad, apuntó que «no se pondría nervioso» por estar a estas alturas del 2022 sin haber cerrado un precio para la revisión del contrato, «ya que ahora es algo difícil» debido al incremento respecto a la anterior revisión, que tuvo lugar en el 2020 con unos precios del mercado en torno a los 20 euros/MWh, frente a los casi 180 a los que cotiza el gas actualmente.

En el comunicado enviado a la CNMV, Naturgy recordó que los contratos actualmente en vigor con Sonatrach fueron firmados hace más de 20 años con vigencia hasta el 2030 para un volumen anual del orden de 5.000 millones de metros cúbicos y suponen compromisos firmes de volumen, tanto de suministro para Sonatrach, como de retirada obligada de gas para Naturgy vía cláusulas take or pay (se paga aunque no se use). Ambas compañías son dos de los socios comerciales más antiguos en el aprovisionamiento de gas a Europa, desde que firmaran su primer contrato en 1965, dos años después de la  creación de Sonatrach.

La empresa española precisa que los acuerdos firmados hoy [por el jueves] han sido aprobados ya por el consejo de administración de Naturgy y están sujetos a la ratificación por las máximas autoridades gubernamentales argelinas.

«Prudencia» para el proyecto Géminis

Respecto al proyecto Géminis de escisión en dos de la compañía, anunciada en febrero, Reynés consideró que, a pesar de que se había marcado un plazo inicial para concretarla a finales de este año, ahora debe presidir «la prudencia y tener una visibilidad de medio y largo plazo» en el actual contexto. «No se puede salir de puerto y decidir el rumbo sin mirar el parte meteorológico, tenemos un parte meteorológico que dice bastante cosas no muy agradables, y eso es donde estamos», dijo, añadiendo que el proyecto tiene «todo el sentido estratégico, aunque debe presidir la prudencia antes de la ejecución».

El proyecto Géminis creará dos grandes grupos cotizados, uno que agrupará los activos regulados y otro los liberalizados, para impulsar su transformación y liderazgo en la transición energética.

Eliminar el TTF y apostar por el JKM asiático

El presidente de Naturgy apostó también por eliminar el índice TTF holandés como referencia para fijar el precio del gas natural, ya que «no representa nada». «Se ha convertido en una referencia que hay que abandonar lo antes posible», advirtió, apostando por un índice «más líquido» como el JKM asiático, ya que «representa mucho más la realidad».

Asimismo, estimó que la propuesta de topar el precio del gas «tiene peligro» si no se define cómo se va a compensar. «El suministrador de gas no va a vender al precio que le digan, por eso es peligroso huir de las referencias de un mercado que tiene que ser lo suficientemente líquido para dar imagen de un mercado real», afirmó.

Reynés defendió que el gas natural «seguirá siendo necesario a largo plazo», especialmente también gracias a su descarbonización, e indicó que las fuentes de energía tienen que ser «pragmáticamente sustituidas, pero sin poner en peligro la seguridad de suministro». «No es un tema ideológico, todos queremos descarbonizar el planeta, pero hay que buscar un equilibrio entre lo posible y deseable, y el gas es necesario dentro de lo que es el panorama energético actual y próximo», manifestó, añadiendo la apuesta de la compañía por opciones como el biometano o el hidrógeno.

Noruega elevará un 6,8 % su producción de hidrocarburos para el 2023

Noruega tiene previsto elevar un 6,8 % su producción total de hidrocarburos el año que viene, especialmente de condensados de petróleo y de gas natural licuado, según se desprende de las previsiones que ha incluido el Gobierno en la presentación de sus Presupuestos para el 2023.

En concreto, la producción total del país alcanzará los 252.000 millones de metros cúbicos de barriles equivalentes de petróleo, frente a los 236.000 millones que tiene previsto producir a lo largo del 2022.

Dentro de esa cifra, la producción de gas natural caerá un 0,8 %, hasta 121.000 millones de metros cúbicos, mientras que la producción de petróleo, de condensados y de gas natural licuado se situará en 131.000 millones, un 14,9 % más.

«La pérdida de cantidades significativas de gas ruso [exportado] a Europa está previsto que sea reemplazado por mayores importaciones de gas natural licuado desde Noruega, entre otros países, y un consumo reducido. La crisis energética en Europa hace las ventas de gas noruego más importantes que nunca para Europa», indicó el Ejecutivo en un comunicado.

Aunque Oslo reconoció en sus Presupuestos que existe una «elevada incertidumbre» respecto a los precios del gas y el petróleo de cara al futuro, la estimación incluida en las cuentas para el año que viene contempla unos ingresos de 1,384 billones de coronas noruegas (132.705 millones de euros), un 18,4 % más.