Europa se asoma a la recesión con el euro cayendo a mínimos de los últimos 20 años

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

RALPH ORLOWSKI | REUTERS

Las bolsas se tiñen de rojo ante el declive acelerado de la actividad alemana y el recrudecimiento de la guerra

24 sep 2022 . Actualizado a las 11:04 h.

 La economía de la eurozona —19 países que comparten el euro, incluida España— se deteriora, y lo hace a marchas forzadas, a su mayor ritmo desde el 2013 —excluyendo el confinamiento de la pandemia—.

Es la advertencia que lanzó este viernes S&P. Su índice PMI, que mide por adelantado la evolución de la actividad económica, ha tocado mínimos de los últimos 20 meses en septiembre, cayendo de los 48.9 puntos a los 48.2 (por debajo de los 50 se considera que la economía se está contrayendo).

Tanto la actividad comercial como la producción manufacturera han vuelto a hundirse, arrastradas por los altos precios de la energía, la caída del consumo —lastrado por la inflación—, el aumento de los tipos de interés, la guerra de Ucrania y los cuellos de botella que todavía persisten en las cadenas de suministro. Los expertos no auguran mejoras: «El declive seguirá cobrando nuevo ímpetu en los próximos meses», señalan en su documento.

El sector industrial encabeza la desaceleración. Los pedidos se redujeron más rápidamente que la producción, «lo que sugiere que se producirá una nueva aceleración del declive de la actividad en octubre», resumen los expertos.

«Se vislumbra una recesión para la zona euro»

De entre todos los países, Alemania es el que más preocupa por su capacidad de arrastre en el bloque. Excluyendo el año de la pandemia, su economía nunca había alcanzado niveles tan bajos desde el 2009. «Se vislumbra una recesión para la zona euro, ya que las empresas señalan un empeoramiento de las condiciones y un aumento de las presiones en los precios, vinculadas a los disparados precios de la energía», alerta el director de Business Economist de S&P Global, Chris Williamson.

Los datos apuntan a una contracción económica en la eurozona del 0,1 % este trimestre. Si el cuarto también se cierra en negativo, se confirmará la recesión técnica. «Alemania está haciendo frente a las condiciones más duras, y su economía se está deteriorando a un ritmo que no se había observado (si se deja de lado la pandemia) desde la crisis financiera mundial», apunta Williamson.

¿Se salvará España? El Gobierno descarta la recesión y, lo cierto, es que los datos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), respaldan esa tesis. Si bien la economía se contrajo un 0,2 % entre enero y marzo, el producto interior bruto (PIB) progresó un 1,5 % en el segundo trimestre del año, cuatro décimas más de lo esperado.

Pérdidas en las bolsas

El declive económico de la zona euro y la incertidumbre que genera la guerra en Ucrania —todo apunta a que el conflicto se alargará en el tiempo— arrastró hoy al terreno negativo a las principales bolsas del mundo, incluido el Dow Jones estadounidense, que retrocede a media jornada un 2,26 %. Todos los selectivos europeos se tiñeron de rojo, con el FTE MIB italiano a la cabeza (-3,42 %) —las previsiones dan una victoria a la ultraderecha en las elecciones de este domingo—. El Ibex 35 ha cerrado con pérdidas del 2,46 %, acumulando una caída del 5 % en los último siete días. Se trata de la peor semana del selectivo español desde el inicio de la guerra. También el DAX alemán se resintió (-2,12 %).

El euro, en mínimos

Otra señal que ha hecho encender todas las alarmas ha sido la caída del valor del euro, que ya se cambia por 0,97 dólares, su umbral más bajo de los últimos 20 años. La pérdida de la paridad con la divisa estadounidense está vinculada al empeoramiento del clima en el Viejo Continente. Las malas expectativas económicas y los bajos tipos de interés en comparación con los de Estados Unidos —2,25 % frente al 3 %— está moviendo el capital de los inversores hacia el otro lado del Atlántico.

La caída sostenida del euro y la reciente subida de tipos de la Reserva Federal estadounidense —en 75 puntos básicos—, añade más presión al Banco Central Europeo (BCE), que tiene por delante una tarea muy compleja: necesita subir los tipos para evitar que se dispare la factura de las importaciones energéticas (se pagan en dólares), pero sin estrangular el crédito a la economía. La subida de tipos encarece el precio del dinero que hogares y empresas piden prestado. Una escalada repentina podría cortar su flujo y paralizar la actividad, acelerando la recesión.

El euríbor escala al 2,5 %

Los bancos siguen ajenos a los tambores de recesión. Con la morosidad aún a la baja y los tipos subiendo, ya han disparado el euríbor —índice de referencia para la mayoría de las hipotecas variables— hasta el 2,5 % diario, un umbral que no se alcanzaba desde enero del 2009.

Según HelpMyCash, este índice podría cerrar el año en el 3 %. Una persona que tenga que revisar la cuota en enero, con un préstamo medio de 150.000 euros a 20 años, a tipo variable y con un diferencial del 1 % sobre el euríbor, pasaría de pagar 532 euros a abonar 792. Unos 3.120 euros más al año.