Ampliar a 35 años el cálculo de la pensión descartando los seis peores no modificaría su cuantía

Lucía Palacios MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Ana García

El Banco de España asegura en un estudio que los cambios aplicados en el sistema en el 2011 recortaron el subsidio un 5 %

14 sep 2022 . Actualizado a las 19:18 h.

Ampliar el período de cálculo de la pensión de 25 a 35 años cotizados supondría un recorte en la prestación de los nuevos jubilados del 8,2 %, pero su cuantía no cambiaría si se permite descartar los peores seis años, según advierte el Banco de España en un informe publicado ayer. Y lo hace precisamente cuando se acaba de iniciar la negociación de la segunda fase de la reforma del sistema, que debe acordar antes de final del 2022 un aumento del período de cómputo, tal y como el Gobierno se ha comprometido con Bruselas.

Por norma general, esta medida conlleva una merma en la nómina de los mayores. «La pensión inicial media es una función monótonamente decreciente del número de años considerados para el cálculo de la base reguladora», recalca el supervisor en dicho informe. De hecho, la reforma del 2011, que implicó un aumento de 15 a 25 años, ha provocado ya una caída de las pensiones del 5 %, que se sumaría a ese 8,2 % en caso de que, tal y como insta la Comisión Europea, se eleve hasta los 35 años el período de cálculo, según la estimación que hace el organismo público.

No obstante, los trabajadores que estén ya pensando en el retiro respiran tranquilos después de que el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, diera marcha atrás en su determinación inicial y se comprometiera el pasado lunes a que el Gobierno no elevará 35 años el período de cálculo. «En ningún caso se tratará de ampliar a 35 años», precisó, aunque sí admitió que «puede tener sentido incrementar el período de cómputo, pero a su vez elegir los mejores, y a su vez descartar las lagunas». Se tratará de una reforma de «pequeños ajustes para mejorar la equidad del sistema», añadió.

«Pequeños ajustes»

No resulta baladí determinar cuáles son esos «pequeños ajustes», puesto que dependiendo de cómo se retoque, la pensión crecerá o, por el contrario, mermará. O incluso se puede quedar tal cual. Este es el objetivo que tiene el Ejecutivo: que la reforma sea «neutral» a nivel presupuestario —según reitera Escrivá—, pero que ofrezca una «fórmula más justa» para las nuevas carreras laborales, puesto que para uno de cada tres ocupados los mejores años de cotización ya no son los últimos, como sí sucedía anteriormente.

Así, la idea que ronda ahora en el ministerio es ampliar el período de cómputo, pero al mismo tiempo incluir otros elementos en la fórmula final, como excluir un cierto número de años —aún por definir— y mejorar el sistema de cobertura de las lagunas de cotización (períodos en los que no se cotiza por no estar empleado). Esta fórmula de «simultanear la ampliación del período de cálculo a 35 años con el descarte de los años más desfavorables permitiría suavizar la caída de la pensión inicial media, al tiempo que reduciría la heterogeneidad de las pensiones entre individuos», explica el Banco de España.

El informe realiza una simulación de cuál sería el impacto de tomar en consideración los 29 años más favorables dentro de los 35 previos a la jubilación. El resultado es que la pensión media sería prácticamente similar a la actual, pues experimentaría solo una caída del 0,1 %. Sin embargo, esta fórmula beneficiaría a las pensiones más bajas, mientras que provocaría un recorte en las más altas.