El Gobierno francés no descarta imponer una tasa especial a empresas con altos beneficios
ECONOMÍA
Insta a las compañías a bajar los precios y a extender primas de hasta 6.000 euros a empleados
28 ago 2022 . Actualizado a las 13:37 h.¿Justifican los costes de producción las subidas de precios a los clientes que tanto están disparando la inflación? El Gobierno francés empieza a tener sus dudas. La primera ministra, Élisabeth Borne, no cierra la puerta a la introducción de un impuesto especial a las empresas que tienen grandes beneficios, aunque apuesta, en primer lugar, porque sean las propias compañías las que, autorregulándose, reduzcan los precios al consumidor.
«No cierro la puerta a que se tasen las altas ganancias, pero creo que lo más eficaz y concreto es que, por ejemplo, bajen el precio al consumidor cuando tengan margen para ello», dijo en una entrevista en Le Parisien, recogida por Efe. Una medida que, hasta el momento, no ha tenido efecto. Según Eurostat, los precios no han dejado de crecer en el país galo y ya se anotan un repunte del 6,8 % respecto a julio del 2021.
Hasta el momento, el Gobierno francés había descartado ese impuesto especial a las compañías con grandes beneficios que sí se aplica en otros países europeos. Esa negativa ha generado mucha ira entre los partidos de la izquierda, quienes sacaron a relucir los beneficios semestrales récord de 18.000 millones de dólares de empresas como la petrolera TotalEnergies.
Prima de 6.000 euros a empleados
La primera ministra pidió a las empresas un esfuerzo para mejorar el poder adquisitivo de los franceses, y, aparte de los precios, les instó a que concedan a sus empleados pagas especiales de hasta 6.000 euros exoneradas de impuestos, conocidas como «la prima Macron».
«Pero insisto, no se comprendería que haya empresas que ganen tanto, mientras podemos tener a los franceses inquietos por su poder adquisitivo», señaló.
Borne también aludió a la crisis energética y aseguró que en el 2023 no dejará que los precios al consumidor se relajen, aunque no entró en detalles. Este año, el precio del gas está congelado y el de la electricidad a un máximo del 4 %. No obstante, ese desfase entre el coste en el mercado eléctrico y el precio final de la factura de hogares y empresas lo tendrán que pagar los ciudadanos a lo largo de los próximos años como déficit de tarifa. Francia pagará en el primer trimestre del 2023 casi 2.000 euros por el megavatio hora (MWh), una cifra inédita en la Unión Europea.
«No nos quedaremos de brazos cruzados ante los desafíos energéticos de los próximos meses, ante la amenaza de Rusia de cortar el gas», refirió.
La primera ministra juzgó además que el cambio climático «ya es una realidad» y anunció el lanzamiento de un fondo verde de 1.500 millones de euros para ayudar a los ayuntamientos a tomar medidas en favor de la transición ecológica, entre ellas la renovación de escuelas u otros establecimientos públicos.