La carestía de la comida obliga a más personas a recurrir a Bancos de Alimentos

La Voz REDACCIÓN/ LA VOZ

ECONOMÍA

Foto de archivo de voluntarios trabajando en el Banco de Alimentos de O Ceao, en Lugo
Foto de archivo de voluntarios trabajando en el Banco de Alimentos de O Ceao, en Lugo Carlos Castro

Otras optan por productos baratos de menos calidad y poco saludables

14 oct 2022 . Actualizado a las 15:54 h.

Cuando la carestía de los productos básicos es uno de los factores que ha elevado la inflación al 10,8 %, cada vez más personas se ven obligadas a recurrir a los Bancos de Alimentos para comer. La escalada de precios también repercute en la calidad de la nutrición, especialmente en las personas con rentas más bajas, explica a Efe Jesús Román, profesor de Nutrición en la Universidad Complutense de Madrid.

Citando un informe publicado en mayo por la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal), Efe apunta que este año acudirán a los bancos de alimentos un 20 % más de demandantes que el año pasado, como consecuencia de la subida generalizada de precios y los efectos de la guerra en Ucrania.

La cesta de la compra subió un 15,2 %

Datos de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señalan que los alimentos han alcanzado su mayor nivel de precios desde 1990 en el mundo. También en España se nota en supermercados y tiendas. Citando a la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Efe recoge que el mes pasado alertaba de una subida del 15,2 % en el precio de la cesta de la compra en un año, con frutas y verduras encarecidas un 12,4 % o el aceite de oliva un 52,6 %.

En declaraciones a Efe, Jesús Román contextualiza el impacto de la subida de precios de los alimentos básicos señalando que los períodos de «crisis y problemas económicos» coinciden con mayores tasas de obesidad infantil provocada por la malnutrición.

Comida más barata

Para Román, el punto crítico en cualquier dieta se produce por déficit de frutas, verduras, pescado y aceite de oliva. En ese escenario, las personas que tienen problemas económicos «se decantan por alimentos más baratos que suelen ser de más baja calidad, restringiendo aquellos que son más saludables», lo que repercute en su salud.

Por la falta de comida o por la baja calidad de los productos que pueden permitirse consumir, los ciudadanos con menos recursos experimentan en primera persona la subida de precios en los alimentos básicos, apunta la información difundida por Efe.