Los negocios ante las medidas de ahorro energético: «Yo no puedo peinar a un cliente que esté sudando»

Redacción LA VOZ

ECONOMÍA

MARCOS CREO

Los pequeños empresarios temen las repercusiones económicas del plan aprobado por el Gobierno para limitar los grados de la calefacción y del aire acondicionado

02 ago 2022 . Actualizado a las 12:07 h.

Toca ahorrar energía y bajar la calefacción en invierno, de modo que no supere los 19 grados, y reducir el aire acondicionado en verano para que no sobrepase los 27. Son las instrucciones del Gobierno dentro del plan de eficiencia y ahorro energético que regirán, de momento, para todos los edificios que presten servicios públicos y para negocios privados. Pequeños empresarios como panaderos, hosteleros y peluqueros están preocupados por las medidas.

MARCOS CREO

Mónica Calo, peluquera de Boiro: «Yo no puedo peinar a un cliente que esté sudando»

Gerente de dos salones de belleza, uno en Boiro y otro en Ribeira, Mónica Calo asegura que las medidas de ahorro impulsadas por el Gobierno «son una forma de desviar la atención. El problema es el precio de la electricidad y no están adoptando medidas para abaratarla».

La profesional manifiesta que «cada persona deberá adecuarse a las necesidades de su trabajo y de su casa. En un sector como el mío, la electricidad es básica. En cuanto a cuestiones como la temperatura de la climatización, yo no puedo peinar a un cliente que esté sudando». Señala que en su local de Ribeira abren la puerta, pero que en el de Boiro tienen que tirar de aire acondicionado: «Tiene una superficie de 160 metros cuadrados y once tocadores con sus respectivos secadores y otros utensilios. Disponemos de tres equipos para el aire acondicionado. No está encendido siempre, siempre procuramos ajustarnos, pero hay que pensar en la comodidad del cliente y en que nosotros podamos desarrollar bien nuestro trabajo. Puedes pasar calor en tú casa, o frío, pero no cuando vas a un salón de belleza».

Mónica Calo también se muestra contraria al establecimiento de un impuesto a bancos y eléctricas: «Acabará repercutiéndonos a los clientes, como sucede siempre que se implantan medidas de este tipo. Ellos no van a perder. Cada vez que me cobran la factura eléctrica me llevo un varapalo».

ANGEL MANSO

Álvaro Victoriano, chef y hostelero de A Coruña: «Si tuviéramos el aire encendido todas las horas del servicio, la factura sería el doble»

Álvaro Victoriano y su socio, Rubén García, tienen tres establecimientos hosteleros en A Coruña: Peculiar, Intenso y Charlatán. En este último la parrilla es la apuesta fuerte de la carta y las brasas caldean cada día el local ubicado en el centro de la ciudad. Álvaro explica que ya llevan bastante tiempo administrando los recursos de climatización de forma eficiente para conseguir reducir el consumo eléctrico. «Es que si no lo que haces es trabajar para pagar la luz», relata. El caso es que, como medida de urgencia y ante la subida del precio de la energía, desde hace un tiempo conectan el aire acondicionado tan solo 15 minutos para que refresque el local y, después, lo mantienen apagado una hora antes de volver a encenderlo. «Sin aire acondicionado nuestro negocio se resentiría porque la gente quiere ir a comer a un sitio que le resulte agradable», dice. Álvaro confirma que el último mes le llegó para uno de los restaurantes una factura eléctrica de 1.900 euros, de los que 800 era impuestos. «Y en el Charlatán, con el calor que genera la cocina, si tuviéramos el aire acondicionado encendido todas las horas que dura el servicio la factura sería el doble o el triple», añade. Está a la espera de comprobar los pormenores de la medida aprobada ayer y cómo les beneficiará. «Decidan lo que decidan, tendremos que adaptarnos. Si es una medida impuesta, habrá que respetarla», comenta con resignación.

xoan a. soler
 

Guillermo Moscoso, panadero en Santiago: «Se o obradoiro non está frío, non se pode laminar a manteiga para os croissants»

Guillermo Moscoso, de Pan da Moa, explica que esta panadería compostelana dispone de aire acondicionado en las oficinas, en el almacén y en el obrador de pastelería, donde es preciso «para traballar algún tipo de masas». En el obrador de pan, no queda más que ventilar bien temprano al máximo para rebajar las altas temperaturas. Con la restricción de no bajar el aire acondicionado de 27 grados, muchos días no tendrán ni que encenderlo, pues salvo jornadas de bochorno, en las que pueden alcanzarse los 30 grados, no suelen superarse los 27. En la actualidad sí intentan mantener a 24 grados la zona de almacén, para conservar en buenas condiciones productos como el chocolate.

En el obrador de pastelería, «a temperatura ideal serían 22 graos. Nós xa a temos máis alta no verán, pero para tarefas como laminar a manteiga para os croissants, se o obradoiro non está frío, a manteiga desfaise e intégrase na masa dun xeito inadecuado, e reséntese a calidade do produto». Si no se puede bajar de los 27 grados en esa zona, la solución pasará por enfriar más la masa en los congeladores para contrarrestar el choque térmico: «Irá o comido polo servido» en cuanto a ahorro energético, señala.

«Alguén se acordará dos autónomos, dos empresarios e da xente que traballa con nós? Dá a sensación de que as cousas recaen sempre cara os que seguimos soportando a inflación, a suba de prezos, a alza dos trigos», reflexiona el panadero.

Santi M. Amil

Virginia Arias, tintorería de Ourense: «Intentamos tener una temperatura agradable»

En la tintorería ourensana Pronto, de Virginia Arias, es complicado mantener el fresco en verano. Las máquinas que utilizan para lavar, secar y planchar la ropa desprenden vapores que generan altas temperaturas dentro del local. «Intentamos tener una temperatura agradable, aunque nos es prácticamente imposible», explica. La única solución que tienen para combatir el calor es encender el aire acondicionado. Aun así, considera adecuada la restricción del Gobierno de limitarlo a los 27 grados. «A veces entras en algunos establecimientos que lo tienen tan fuerte que te congelas», comenta la propietaria de la lavandería. En invierno tampoco les supone un problema que no se pueda sobrepasar los 19 grados en la calefacción. «Aquí hace tanto calor que no se necesita», explica. Los limites establecidos le parecen los idóneos. «Ni te mueres de calor en verano ni de frío en invierno. Tampoco te vas a congelar al entrar a un local», asegura.

En cuanto al impacto en el cambio climático, Virginia considera que esta medida es insuficiente. «No creo que afecte en nada ni ayude a mejorar la situación actual», explica. En lo que sí se va a notar será en los bolsillos. «Con los precios que tiene ahora el gas y la electricidad, se agradece esta limitación, que va a afectar únicamente al que le toque pagar las facturas», añade la propietaria de Pronto.

PEPA LOSADA

José Pereira, hotelero de Viveiro: «Apostamos hai anos pola ecoloxía e hoxe aforramos»

En un hotel se hace complicado controlar el uso de la calefacción y del aire acondicionado, pues depende de cada cliente menos en las zonas comunes. En el Thalasso Cantábrico Las Sirenas, de Viveiro, su director José Pereira afirma que pedirá a quienes allí se hospeden que limiten «dentro sempre do seu benestar» el uso de estas tecnologías, y que lo ciñan a las recomendaciones del Gobierno, «que sempre son interesantes se están a prol do medio ambiente, en beneficio de todos».

Señala Pereira que la limitación del uso siempre es de agradecer en la factura de la luz, aunque en su hotel llevan trabajando para reducirla desde hace años. Por una cuestión de respeto y cuidado del clima, el Thalasso Cantábrico Las Sirenas lleva una década apostando por el uso de energías limpias, que hoy le permiten ahorrar. «Nós, por exemplo, usamos o gas practicamente en exclusiva para as cociñas, porque a nosa área termal ou todo o sistema de auga quente do hotel funciona con biomasa», subraya Pereira, que se congratula de que hoy el hotel que dirige pueda estar en mejor situación gracias a decisiones pasadas: «Apostamos hai anos pola ecoloxía e hoxe aforramos».

La biomasa no es la única innovación. Hace cuatro años comenzaron con la instalación de panales solares, que hoy continúa, y también han provisto su aparcamiento de puntos de recarga para vehículos eléctricos.

Información elaborada por Olimpio P. Arca, Elena Silveira, Ana Gerpe, Andrés Vázquez y Lúa Rodríguez.