De la hostelería al campo: la cuadrilla que nació de reinventarse tras el covid

maría Cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

CESAR QUIAN

Tras un ERTE, Manuel Novoa montó una empresa de trabajos en el campo

31 jul 2022 . Actualizado a las 21:21 h.

Es época de recolecta en Valmarín, en el concello coruñés de Irixoa. Manuel Novoa, Adrián Ficetola, Gonzalo Expósito, Eva Caneiro, Jessica Paradela y Roni se acuclillan en un campo empinado que se ve desde lo alto del pueblo para escarbar en la tierra y desenterrar las patatas que crecen bajo los hierbajos. Hay hierba porque lo que recogen es patata ecológica, de variedad agria, la que se usa para las patatas fritas. «Aquí es un poco más complicado recolectarla porque hay mucha hierba porque no le echan ningún pesticida. Cuánto tardaremos en recoger todo el prado. Unos dos días», dice Manuel. Lo que sabe del campo lo fue aprendiendo poco a poco. «Soy autodidacta», dice. Empezó a conocer cómo se trabaja la tierra y cómo se recoge la uva, la patata, el arándano o a la aceituna hace unos tres años. Antes de que el 14 de marzo del 2020 el Gobierno decretara el estado de alarma para hacer frente a la pandemia del coronavirus, el currículo de Manuel estaba únicamente lleno por trabajos relacionados con el sector de la hostelería. Pero llegó el covid y lo único que sabía este joven de 34 años dedicado es que le iba a ser complicado labrarse un futuro en un sector cercenado por la crisis. «Soy de un barrio humilde y veía mucha gente que estaba en ERTE o que lo estaba pasando mal. Entonces pensé qué podía hacer para continuar trabajando, pese a la pandemia, y también poder ayudar a otros que lo estaban pasando mal como yo. Tenía que se algo relacionado con un sector esencial como el primario que, además, precisaba de mano de obra porque no hay», cuenta.

La falta de mano de obra cualificada en el campo es una de las reivindicaciones que año tras año se escuchan desde el sector primario. No es fácil encontrar personal cualificado y que, además, tenga la constancia para hacer frente a un trabajo como este. «También hay que pagar bien, no puedes tener alguien todo el día por 40 euros», deja claro.

De esa manera nació Empresa Multiservicios Manuel Novoa. Lo que hace este joven emprendedor del campo es ofrecer cuadrillas que tanto recogen uva como patatas o arándanos, hacen mantenimiento de fincas, ensacan patatas o cebollas para que no se echen a perder, talas, desbroces....: «Al principio la monté solo, pero luego cuando la cosa empezó a crecer y vi que esto empezaba a sobrepasarme se unió también otro socio, Pablo Álvarez, que me ayuda sobre todo a gestionar el personal». Ahora, según dice, son una plantilla de diez personas durante todo el año, «pero hemos llegado a tener hasta 120 personas trabajando en temporada alta», comenta. Y hacen jornada continúa: «Lo normal es que en este tipo de trabajos la jornada sea partida, pero lo que he hecho es hacer un horario continuado con una parada de unos veinte minutos. Comenzamos a las siete de la mañana o a las seis y media y hacemos todo seguido hasta las 2.30 o 3. De ese modo también podernos conciliar», comenta.

El primer trabajo que realizó su cuadrilla fue en la vendimia en O Ribeiro, en septiembre del 2000. Aquel primer trabajo dio paso a otros y de O Ribeiro fueron saltando a la provincia de Lugo para recoger arándanos, a Portugal y Andalucía, para la campaña de la aceituna.... «En Jaén culminamos nuestro aprendizaje en recogida de aceituna», comenta.

Manuel habla y trabaja al mismo tiempo. En el campo es uno más: «Roni, que anda por ahí, lleva conmigo desde el principio. Es mi capataz», explica mirando hacia un joven moreno cargado con un cesto de patatas al hombro. 

Tener puntualidad

Roni cuenta que le gusta lo que hace y que no es fácil tampoco encontrar gente buena para trabajar: «Hay personas que son lentas o que no son puntuales a la hora en la que hemos quedado para salir a trabajar, entonces retrasan el trabajo del resto», dice.

Él lleva con Manuel los últimos tres años, Gonzalo, Eva y Jessica, todos de la provincia de Ourense, se incorporaron más tarde, pero llevan tiempo en la empresa. El último en llegar de la cuadrilla fue Adrián Ficetola.

Para estar a tiempo en Irixoa han tenido que levantarse antes del amanecer. Porque la cuadrilla parte de Ourense y desde allí se han acercado a esta parte del interior de la provincia de A Coruña. Trabajan rápido. Un jueves al sol, pero al sol del campo, trabajando bien y, como dicen, bastante a gusto.