Lo que está claro es que, como destacó Clara Aguilera, «la exigencia medioambiental es muy fuerte y no solo en la PAC, sino también en el resto de las normativas que hay sobre la mesa». Y precisamente es la adaptación de esas normas que ahora están en el horno la que más preocupa a la eurodiputada: «Desde la reducción en un 50 % en el uso de pesticidas, a la rebaja de la utilización de antibióticos o antimicrobianos en la ganadería u otros aspectos relativos al cuidado de la biodiversidad o que en los territorios que están en red natura 2000 no podrán usar fitosanitarios», detalló.
«Equilibrio razonable»
Además, avanzó que a la hora de combinar el cuidado del medio ambiente con la actividad agroganadera, «la PAC va a mantener un equilibrio razonable, pero el cambio climático no es ninguna broma e igual que hacemos cambios en el modelo de coche, en la agricultura también tenemos que continuar haciéndolos».
Mas allá de todo eso en el debate también estuvo presente la convergencia interna de ayudas entre las distintas regiones agronómicas que conviven en España, un asunto que debería estar resuelto en el año 2027, pero que todos coinciden en que probablemente será difícil de cumplir.