Manolo Blahnik logra pisar China tras 22 años de batalla legal

Sara Cabrero
S. Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Joshua Lott | REUTERS

La Justicia del país ha cancelado una marca registrada propiedad del empresario Fang Yuzhou que incorporaba el nombre del diseñador

19 jul 2022 . Actualizado a las 17:43 h.

Los exclusivos zapatos de Manolo Blahnik por fin podrán pisar China. No ha sido un camino fácil. Veintidós años lleva el diseñador peleando por poder poner una pica en el país asiático. Concretamente, desde el año 1999. Y todo por una cuestión de marcas.

Tal y como ha desvelado este martes el Financial Times, el diseñador ha obtenido por fin el derecho a usar su famosísimo nombre en China. ¿Qué había pasado hasta ahora? El país tiene un sistema de marcas registradas que otorga el privilegio de uso al «primero en presentarse». Una circunstancia esta que ha sido el mejor caldo de cultivo para la picaresca en el país, donde cientos de «piratas» chinos aprovechan para intentar vender marcas famosas adelantándose a la llegada al país de las empresas más exclusivas del mundo.

No es esta una cuestión menor. Porque el robo de propiedad intelectual ha sido uno de los principales puntos de fricción entre China y sus socios comerciales, en especial con Estados Unidos.

Ahora, la Justicia ha decantado la balanza hacia la firma de zapatos. Más de dos décadas después de iniciar su particular batalla, el tribunal supremo de China le ha dado la razón y ha decidido cancelar una marca registrada propiedad del empresario Fang Yuzhou que incorporaba el nombre de Manolo Blahnik.

Los zapatos genuinos que tan famosos se hicieron a principios de la década de los 2000 gracias al personaje de Carrie Bradshaw en Sexo en Nueva York, conseguirán aterrizar así en uno de los mercados con mayor crecimiento en el sector del lujo. «Cuando recibimos la llamada... se derramaron lágrimas de alegría», aseguraba al diario financiero Kristina Blahnik, directora ejecutiva de la firma y sobrina del fundador.

La batalla ha sido larga y tortuosa. Porque a los Blahnik se les desestimaron varias apelaciones. Alegaba la Justicia china que la compañía no podía demostrar que contaba con cierta reputación en el país antes del 2000 y, además, Yuzhou estaba ya usando de manera activa la marca registrada para comercializar sus zapatos.

Blahnik no es el primero que padece la piratería china. El año pasado, la marca New Balance ganó una demanda contra dos empresas locales que habían copiado su logotipo. No todo son casos de éxito. El grupo Hermès perdió contra una empresa que usaba la marca Ai Ma Shi (una traducción al chino de Hermès) en todos sus productos. Y es una batalla que los abogados de la casa francesa llevan luchando desde 1997 sin lograr resultados favorables.