La cuota mínima de los autónomos con menos ingresos bajará a 200 euros en tres años

G. Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Javier Lizon | EFE

Los que ganan menos del salario mínimo ahorrarán entre 400 y 1.100 euros anuales con el nuevo sistema de cotización

19 jul 2022 . Actualizado a las 19:07 h.

Luz verde al nuevo sistema de cotización de los autónomos. El Ministerio de Seguridad Social y las tres organizaciones más representativas del colectivo (ATA, UPTA y UATAE) han cerrado un acuerdo sobre los tramos de rendimiento y las cuotas mínimas que se aplicarán durante los tres próximos años, que es la duración del régimen transitorio que deberá conducir a un modelo de cotización según los ingresos reales de cada profesional.

Si para conseguir el visto bueno de ATA (la asociación vinculada a la patronal CEOE) el Gobierno tuvo que rebajar sustancialmente el incremento de cuotas a los autónomos con más ingresos, para lograr el sí definitivo de UPTA y UATAE (ligadas a los sindicatos UGT y CC.OO.) ha tenido que aliviar la situación de los emprendedores con rentas más bajas.

De esta forma, la cuota mínima, situada actualmente en 294 euros con independencia del nivel de ingresos del trabajador por cuenta propia, se fijará el año que viene en una horquilla de entre 230 y 500 euros, cuantías que irán modificándose en los dos años siguientes hasta dejar la cuota más baja en 200 euros en el ejercicio 2025. Ese será el importe mínimo que tendrán que pagar mensualmente a la Seguridad Social los autónomos cuyo rendimiento neto (ingresos de la actividad menos gastos deducibles de la misma) no alcance los 670 euros al mes, cerca de 1,3 millones de personas. Son 30 euros menos que en la anterior propuesta del ministerio, presentada a finales de junio, y supondrá un ahorro anual superior a los 1.100 euros respecto al actual sistema. A cambio, eso sí, la base de cotización de estos emprendedores con menos renta se reducirá de los 960,6 euros actuales a 653,6, un 32 % menos.

En total, todos los autónomos con ingresos netos inferiores al salario mínimo (1.166 euros al mes, que es el importe del SMI prorrateado en doce pagas) verán reducida su cuota, tanto respecto a la que pagan ahora como a la anterior propuesta del Ejecutivo. Casi 650 euros anuales ahorrarán los que ganan entre 670 y 900 euros netos al mes, más de 220.000 profesionales que pasarán a pagar una cuota mínima de 240 años dentro de tres años. La cifra es 20 euros inferior a lo que deberán tributar aquellos que se llevan a casa entre 900 y 1.166 euros al mes (más de 350.000 autónomos). Son, en ambos casos, diez euros menos que la cuota mínima propuesta por la Seguridad Social el pasado junio.

No hay cambios, sin embargo, en los tramos superiores de renta. Así, la cuota mínima más alta se mantiene en 590 euros (al final del período transitorio) para los 140.000 autónomos que, según los datos de la Agencia Tributaria, se llevan netos a casa más de 6.000 euros cada mes.

A falta de cerrar «flecos»

Aunque ya hay acuerdo sobre el nuevo sistema de cotización, todavía no se puede hablar de un pacto global para la reforma del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), ya que la patronal ATA sigue renuente a dar un sí definitivo a la espera de que se pulan algunos «flecos». Aunque todo parece encaminado para que hoy mismo, en el comité que celebrará en Madrid la CEOE, se bendiga formalmente el documento, que introduce hasta cuatro vías para acceder a la prestación por cese de actividad y mejoras en la cobertura en situaciones como la maternidad, las enfermedades profesionales o los accidentes de trabajo.

Por su parte, desde el Ministerio de Seguridad Social explican que se están produciendo «contactos permanentes» y que todo parece indicar que el acuerdo está a punto de ver la luz.

Los que han dado ya su visto bueno al nuevo régimen de autónomos son UPTA y UATAE. El presidente de la primera asociación, Eduardo Abad, destacó que la reforma «cumple con las expectativas que nos habíamos puesto», mientras que su homóloga de UATAE, María José Landaburu, aseguró que va a suponer una mejora sustancial para los autónomos «en calidad de vida, en protección social y desde el punto de vista económico».