La debilidad del euro frente al dólar complica la lucha contra la inflación

clara alba MADRID /COLPISA

ECONOMÍA

DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

La dependencia energética de Europa respecto a Rusia lastra la cotización de la divisa europea

17 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Un euro, un dólar. Por primera vez desde diciembre del 2002, el cruce más negociado en el mercado de divisas ha tocado la paridad. Es más, a lo largo de esta semana, el euro ha llegado a perder por momentos ese uno a uno ante la perspectiva de que la Reserva Federal (Fed) irá todavía más rápido que el Banco Central Europeo (BCE) en el ciclo de subidas de tipos de interés iniciado este año para frenar la inflación. El camino de la moneda única ha estado lleno de obstáculos en un ejercicio en el que ya pierde más de un 12 % frente al billete verde, desde el cruce de 1,13 dólares en el que se movía a principios de año.

Pero, ¿qué factores explican este comportamiento y cómo afectará al bolsillo de los consumidores? «El euro está débil porque el mercado se está dando cuenta de que quien paga la factura de las sanciones a Rusia es Europa, no Estados Unidos», resume Víctor Alvargonzález, director de estrategia y socio fundador de Nextep Finance. «Las probabilidades de entrar en recesión son cada vez mayores en Europa y, en todo caso, si ambos entran en recesión, la del Viejo Continente será más profunda y duradera».

«En momentos de incertidumbre, los inversores suelen buscar refugio en inversiones y divisas percibidas como seguras como el oro o, en este caso, el dólar estadounidense», indican los analistas de Allianz Global Investor. Ese factor de búsqueda de refugio explica en parte la mayor fortaleza del dólar.

Brecha BCE-Fed

Pero lo que ha determinado la tendencia ha sido el distinto ritmo que han tomado las políticas monetarias de los bancos centrales para hacer frente a la inflación, mucho más vigoroso en EE.UU. con la Fed iniciando el ciclo de subidas de tipos desde marzo. Tres alzas en total de 25, 50 y 75 puntos básicos. El BCE, por otro lado, iniciará este julio el alza del precio del dinero. Y ha sido mucho más tibio en su discurso. Importaciones y factura energética El gran temor de los inversores y que se refleja en la debilidad del euro, es que la escalada de los precios del gas y del petróleo afecte mucho más a la zona euro que a EE. UU. por su mayor dependencia de las importaciones. Y que eso avive aún más las tensiones inflacionistas en la región. «Si no tuviéramos el grave problema inflacionista, un euro débil no sería tan grave, puesto que ayuda a vender mejor en el exterior. Pero con el IPC disparado, un euro débil es inflacionista, porque todo lo que compramos fuera nos sale más caro», explica Alvargonzález. Y fuera compramos energía. En el caso español, las importaciones de productos energéticos suponen un 22 % del total de todo lo que compramos.

Sectores que ganan

Frente al encarecimiento de las importaciones, la caída del euro podría tener un impacto positivo sobre la competitividad exterior vía precios. Javier Molina, portavoz de eToro en España, indica incluso que, si el euro pierde la paridad, «sería un seguro de crecimiento» para muchas compañías exportadoras, como Airbus. «Más del 50 % de las ventas corporativas europeas provienen del extranjero, frente a solo el 30% de las empresas estadounidenses», recuerda.

Los países más dependientes del sector servicios como España también se ven beneficiados por un euro débil, a la espera de viajeros estadounidenses que lleguen con sus maletas vacías para llevárselas llenas. Fuentes de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) coinciden que la paridad entre el dólar y el euro «es positiva para el turismo de largo radio, porque se recupera un sector como el americano, muy relevante para España». El problema es el cruce dólar-libra, que se está devaluando en mayor proporción que el euro, por lo que para un británico será más caro venir a España que hace unos meses.

La gran pregunta es qué pasará a partir de ahora. Todo dependerá de tres cosas: si finalmente hay o no recesión, el ritmo de subidas de tipos de interés del BCE y la incertidumbre que los inversores mantengan sobre esas perspectivas. José Manuel Villamor, director de Wealth Management de A&G, considera que el cruce se mantendrá débil mientras no se aclare el conflicto bélico o caigan los precios de la energía. «El euro es el gran perjudicado por la situación actual, al ser la economía de las mayores deficitarias en producción energética, tener que abonar cada vez mayor cantidad de dólares para satisfacer su demanda y no poder subir tipos al mismo ritmo que otros pese a la elevada inflación por su mayor riesgo de recesión y elevado endeudamiento gubernamental.