Proyectos gallegos innovadores buscan el respaldo financiero de los fondos de inversión

Menos de un 10 % de las oenegés que existen en España han desarrollado una estrategia de digitalización. Un dato que contrasta con el vertiginoso ritmo al que evoluciona la sociedad en el ámbito tecnológico, sobre todo después de la pandemia. La gallega Carlota Corzo intuyó que aquí había hueco de negocio, y constituyó junto a otro equipo de personas la empresa Lázzaro, un proyecto que busca cambiar el paradigma de las donaciones a través del arte y de la tecnología, tal y como explica la cofundadora.

«Hemos desarrollado una herramienta tecnológica que permite a las ONG generar una página web con todas las maneras de recaudar que existen digitalmente, y hacerlo en menos de diez minutos», explica Carlota Corzo, consejera delegada de esta empresa. Tal y como relata, el objetivo principal es ayudarlas a tener ingresos digitales, usando la tecnología blockchain para dar transparencia a las donaciones: «Tenemos por delante un trabajo importante porque a la mayoría de las organizaciones, con recursos escasos y con otra escala de prioridades, les cuesta entender que esta es una vía para mejorar y, a menudo, les duele destinar dinero a estas cosas», resume Corzo. Lázzaro es una de las ocho empresas que se presentó este viernes en O Encontro, un foro empresarial organizado por Cesuga en A Toxa para ayudarles a buscar financiación. Al encuentro acudieron cuatro fondos: Beka Finance, TheFoodTechLab, XesGalicia e Inveready.

Lázzaro es una empresa que se encuentra plenamente operativa —de hecho ha desarrollado ya una iniciativa con Cáritas Cuzco, en Perú— y que ahora busca músculo financiero para su consolidación y posterior expansión. Otro de los proyectos empresariales gallegos que tratan de recabar recursos de los inversores es el de Bodegas.Bio, operativo desde el 2020 y que es el primer marketplace europeo especializado en vino ecológico. Se trata de una iniciativa empresarial impulsada por el que fuera alcalde de Tui, Carlos Vázquez Padín. «O noso obxectivo e entrar en Francia, un mercado moito máis grande, e precisamos financiación. Bodegas.Bio busca entre 80.000 y 100.000 euros de inversores privados», explica.

«En liñas xerais, o negocio bancario vai máis sobre seguro e non está pola labor de financiar proxectos emerxentes; os fondos teñen outra estratexia, e asumen máis risco, pero tamén a cambio dunha maior rendibilidade», explica Carlos Vázquez Padín. En estos casos, el apoyo se concreta en la toma de una parte de la participación de la iniciativa empresarial, con el objetivo de que se revalorice para una venta posterior.

Diversidad en la oferta

En el encuentro de A Toxa promovido por Cesuga han tomado parte otros proyectos empresariales en busca de financiación. Material Bitcoin, por ejemplo, tiene un modelo de negocio con el que envía al cliente «el monedero más seguro del mundo», asegura Ismael Albalá, portavoz de esta empresa, que proporciona la criptodivisa para que se guarde en él. Según explica Albalá, resuelve los principales problemas que tienen la mayoría de monederos: «Es resistente a incendios, inundaciones o golpes y es inmune a jáqueres». Los fondos de inversión presentes en A Toxa asistieron a las presentaciones de otros proyectos empresariales, como Fans and Me Social, una plataforma web 3.0 para creadores de contenido; Inverbis, una compañía que busca la mejora la productividad de las empresas extrayendo la información desconocida de la ejecución real de los procesos; IRefer, una plataforma que agiliza el acceso a los contactos de potenciales empleados candidatos a ocupar puestos en empresas; Humara, una empresa cuya misión es digitalizar la industria del reciclaje y del tratamiento de residuos mediante software; y por último, Innogando, un negocio que pretende digitalizar la ganadería para mejorar la calidad de vida del ganadero, la rentabilidad de las granjas y el bienestar animal.

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