«Hay cosas de las que nos hemos tenido que quitar, porque el sueldo no nos da»

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Sandra Alonso

En los supermercados, los consumidores destilan un gran enfado tras la subida que han experimentado los precios en el mes de junio

30 jun 2022 . Actualizado a las 08:29 h.

El dato adelantado de la inflación de junio asusta, pero a pie de calle la subida imparable de los precios es una realidad que los consumidores llevan palpando desde hace semanas. Por eso este miércoles, en supermercados y grandes superficies, las reacciones al 10,2 % de incremento del IPC, más que sorpresa lo que destilaban era un gran enfado generalizado tanto entre compradores como entre vendedores.

«Hay cosas de las que nos hemos tenido que quitar, porque el sueldo es el que es y ya no nos da», afirman Roberto y Ana, una pareja de profesores (ella, preparando oposiciones) que hacen cola en la caja de un supermercado en Tui. «No es culpa de la gasolina, ni de la luz. Es todo. Cada día gastas más. ¿Cómo es posible que una docena de huevos, algo tan básico, hoy esté 50 céntimos más cara que hace una semana?», se pregunta Amelia, dueña de un bar en la misma localidad pontevedresa, que acude al súper a hacer la compra para el menú del día de su establecimiento. «Ya tuvimos que subir 1,50 euros el menú hace un mes y nos quedamos cortos», asegura. Amelia comenta también que los clientes miden más a la hora de pedir. «Si antes pedían tres consumiciones, ahora dos».

«La fruta a estas alturas del año nos la quitaban de las manos, pero ahí tienes: melón, sandía, cerezas... Ya traigo menos cantidad, porque con estos precios no hay quien pueda», afirma José, propietario de una frutería. «Yo compro aquí y allá, siempre de cercanías y nacional, busco lo que está mejor de precio y apenas genero margen para mí, porque si subo más los precios tengo que cerrar», asegura.

Este nuevo pico de la inflación coincide con la mayor parte del comercio ya de rebajas, aunque oficialmente la campaña empieza mañana viernes. Pero, acostumbrados a descuentos del 75 % ya en el arranque, los consumidores se quejan de que los saldos de este año no lo son tanto.

«Los carteles de rebajas son muy grandes, pero luego el descuento es escaso», cuenta Celia, clienta en una tienda de calzado, que busca unas sandalias para ir a la boda de su hija. «Esperé a las rebajas y ahora, o no hay número o lo que hay es muy caro aún», asegura. Elena, la encargada del establecimiento, explica que, lo que ocurre es que la venta de temporada ha ido bien. «Hay poco stock, y menos dónde elegir; y por otro lado, es cierto que la subida de precios, en comparación con otras temporadas, hace que los descuentos parezcan inferiores», afirma.