La SEPI rechaza definitivamente el rescate de Abengoa por su falta de viabilidad

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Marcelo del Pozo | REUTERS

La empresa queda abocada hacia el que puede convertirse en uno de los mayores concursos de acreedores de la historia

28 jun 2022 . Actualizado a las 19:03 h.

Abengoa vio cómo se confirmaban este martes sus peores augurios. El consejo gestor del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas —gestionado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI)—, acordó finalmente no rescatar a la empresa sevillana. Hace más de un año, y al abrigo del fondo de rescate para empresas estratégicas que puso en marcha el Ejecutivo de Sánchez como respuesta a la crisis sanitaria, Abengoa había solicitado 249 millones de euros. Pero se ha topado con una rotunda negativa. El consejo gestor del fondo denegó este martes de manera definitiva la solicitud de ayuda pública, condenando así a la empresa a una más que segura quiebra.

Era la crónica de una muerte anunciada. La SEPI ya había desestimado la petición de rescate público para seis filiales del grupo (Abengoa Energía, Abener Energía, Abengoa Agua, Inabensa, Abengoa Operación y Mantenimiento y Abengoa Solar España). La compañía, que había presentado alegaciones a todos los informes negativos de la SEPI, buscaba con esta inyección un plan que le permitiera garantizar su viabilidad futura y evitar un nuevo concurso de acreedores.

Pero las alegaciones presentadas por la compañía en los despachos de la SEPI no han convencido a los expertos. Aseguran que las pruebas presentadas por la firma andaluza «no desvirtúan la existencia de los riesgos e incertidumbres expuestos en los informes de los asesores» del fondo. Es decir, no está demostrada la viabilidad de la empresa, un factor determinante para que la SEPI dé luz verde al rescate.

Una de las mayores quiebras

La denegación de la ayuda supone una condena para Abengoa, porque deja prácticamente en papel mojado el plan que tenía la empresa para que el fondo estadounidense Terramar aportara 200 millones de euros a cambio de hacerse con el 70 % del capital.

Y con este panorama, Abengoa queda abocada hacia el que puede convertirse en uno de los mayores concursos de acreedores de la historia empresarial española, con agujero de casi 6.000 millones de euros. La matriz de la compañía se encuentra en concurso ya desde el mes de febrero del año pasado.