Fallece a los 87 años el dueño de Ray-Ban, la segunda mayor fortuna de Italia

La Voz AGENCIAS-REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

ANDREW KELLY | REUTERS

Leonardo Del Vecchio ejerció el control del conglomerado EssilorLuxottica hasta el final

27 jun 2022 . Actualizado a las 17:16 h.

De un orfanato a convertirse en una de las mayores fortunas de Italia. Leonardo del Vecchio, presidente de la compañía EssilorLuxottica, dueña de las icónicas gafas Ray-Ban y Oakley, falleció a los 87 años de edad casi en plena actividad al frente del conglomerado. Como fabricante de productos de óptica y optometría, llegó a convertirse en una de las figuras más influyentes de las finanzas italianas; a fines del 2021, era el segundo hombre más rico del país, solo por detrás de Giovanni Ferrero, del grupo que fabrica Nutella, según Forbes.

«EssilorLuxottica anuncia con tristeza que su presidente, Leonardo Del Vecchio, ha fallecido. La compañía expresa sus más profundas condolencias a la familia y a la comunidad global de empleados por esta enorme pérdida», ha informado la multinacional en un comunicado, donde ha señalado que la junta se reunirá para determinar los próximos pasos.

El hólding luxemburgués Delfin, que representa los intereses de los fundadores de Luxxotica, la familia Del Vecchio, controla actualmente un 32,08 % del capital social de la multinacional, surgida de la fusión en octubre del 2018 entre la compañía francesa propietaria de Varilux y del dueño italiano de Ray-Ban y Oakley.

Además de esta participación en EssilorLuxxottica, el hólding cuenta con inversiones también en entidades financieras del país transalpino como Mediobanca, Assicurazioni Generali y UniCredit.

 Pese a su avanzada edad, Del Vecchio lejos de ceder el mando intensificó sus actividades comerciales cuando tenía 80 años, informa la agencia Reuters. En el 2018, selló un importante acuerdo de fusión para combinar la empresa Luxottica que había fundado en 1961 con la francesa Essilor.

Pero la historia de este empresario es todo un ejemplo de superación. Nació en la pobreza. Su padre, que vendía frutas y verduras, murió cuando él era joven, y su madre lo entregó a un orfanato milanés cuando tenía siete años porque no podía criarlo. Aprendió metalurgia en un taller de herramientas antes de montar un negocio de suministro de componentes para gafas en Agordo, un pueblo en el noreste de Italia, donde se ofrecían terrenos a nuevas empresas.

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Después de un comienzo difícil, cuando estuvo a punto de quebrar, la empresa comenzó a fabricar sus propias gafas una década más tarde y se expandió rápidamente en la década de 1980, cuando Del Vecchio descubrió el valor de hacer gafas como un accesorio de moda en lugar de una necesidad. Desde esta perspectiva afianza acuerdos con firmas como Giorgio Armani en 1988 y luego trabajó con otras marcas de lujo como Bulgari, Chanel, Prada y Valentino. En 1999, la compañía compró la famosa marca Ray-Ban y luego adquirió Oakley de California, así como cadenas minoristas en América del Norte y Australia.

Gerente práctico

Al igual que muchos empresarios italianos envejecidos, los críticos dicen que Del Vecchio luchó por separarse de su creación, sin poder ceder el control y designar un heredero, pese a tener seis hijos de tres relaciones -se volvió a casar con su segunda esposa en el 2010-. Durante años cedió el control de la empresa a Andrea Guerra, sin dejar de ser presidente de Luxottica, pero fueron años en los que siempre quiso llevar la batuta del conglomerado.

Desde 1995, Luxottica era el mayor productor y distribuidor del mercado óptico mundial. En la actualidad, el grupo EssilorLuxxottica cuenta con alrededor de 180.000 empleados en todo el mundo y alcanzó una facturación de 21.500 millones de euros.

Primer ministro Mario Draghi señaló que Del Vecchio «ha sido una figura destacada en los negocios italianos durante más de 60 años; creó una de las empresas más grandes del país desde sus humildes comienzos...y siempre ha combinado la apertura internacional con un enfoque en los problemas sociales y locales». Insistió en que «fue un gran italiano que llevó a la comunidad de Agordo y al país entero al centro del mundo de la innovación».

Tras el anuncio del fallecimiento, a las condolencias se han sumado figuras como Giorgio Armani, para quien la desaparición de significa «primero que nada, perder a un amigo, con quien compartí una larga y pionera aventura profesional. Juntos inventamos un fenómeno que no existía: inmediatamente nos dimos cuenta de que las gafas, de simples objetos funcionales, se convertirían en complementos de moda indispensables. Nuestra generación vivió tiempos duros que la endurecieron: los años de guerra y reconstrucción... De Leonardo siempre recordaré su manera directa de comunicar, su practicidad, su lealtad. Lo extrañaré mucho», concluyó.