La compañía entró en el índice en junio del 2003, aunque con su antigua denominación de Sacyr Vallehermoso. Diez años más tarde, en octubre del 2013, con la venta y desconsolidación de Vallehermoso, su filial de promoción de vivienda y suelo, pasó a figurar en el Ibex con su nueva denominación.
De esta forma, actualmente Sacyr es uno de los principales grupos mundiales de infraestructuras, con operaciones en cerca de 20 países, como Estados Unidos, Australia, Brasil, Perú, Reino Unido, Italia o Países Bajos, además de España, entre otros. Actualmente, alrededor del 80 % de su cartera y del 70 % de su cifra de negocio procede de fuera de España y prevé continuar aumentando su internalización.
En estos últimos seis años fuera del Ibex 35, la compañía ha pasado de facturar un 58 % más, de los 2.949 millones de euros en el 2015 a los 4.675 millones en el 2021, al mismo tiempo que ha triplicado su resultado bruto de explotación (Ebitda) antes de impuestos, hasta los 923 millones, frente a los 318 millones del 2015.
Sacyr también ha engordado un 70 % su cartera de proyectos en este período, hasta alcanzar ahora los 46.000 millones de euros, en contraste con los 27.000 millones de hace seis ejercicios.
Con el foco puesto ahora en el mercado concesional, que concentra el 80 % de su cartera de proyectos, el objetivo de la compañía es alcanzar un Ebitda de 1.200 millones para el 2025 y reducir la deuda neta con recurso por debajo de los 500 millones en el 2022.
A cierre del pasado viernes, las acciones de Sacyr marcaban un valor de 2,38 euros por título, con una revalorización del 0,59 % con respecto al jueves. Actualmente, la capitalización en Bolsa de Sacyr asciende a 1.516 millones de euros.