España y Portugal abren una brecha para reformar el mercado eléctrico europeo
ECONOMÍA
El mercado ibérico de electricidad (Mibel) inició el martes una etapa con unas reglas que difieren de las europeas. Esta excepcionalidad ibérica ha obtenido el visto bueno de la Comisión Europea en base a la escasa interconexión eléctrica de la península Ibérica con Francia, menor del 3 %. Después de una negociación que ha llevado dos meses, el acuerdo con Europa se basa en el mantenimiento del sistema marginalista de formación de precios en un único mercado europeo que se celebra todos los días a mediodía, pero con un límite en el sistema ibérico. En el Mibel, las ofertas de las centrales de generación se harán con un precio tope al gas, que será de 40 euros por megavatio hora durante los seis primeros meses y, progresivamente, se aumentará en cinco euros mensuales hasta alcanzar 75 euros en mayo del 2023, cuando se dejará de aplicar la excepción ibérica.
El pasado martes se celebró la primera sesión del Mibel aplicándose el límite. Con un coste del gas de 80 euros por megavatio hora y un tope de 40, el precio marginal de la electricidad fue de 165 euros, un 31 % menos que si no se hubiera aplicado el mecanismo (239). Esta reducción es el principal efecto. Sin embargo, para ver su repercusión en la factura de los consumidores es necesario tener en cuenta que además del mercado eléctrico hay otros costes determinantes, como son los servicios de ajuste, las pérdidas del sistema o los peajes y cargos, entre otras cosas, con lo que el precio resultante pasó a 23,97 céntimos de euro por kilovatio hora, frente a 32,41 que hubiese resultado sin el tope, una reducción de 8,44 céntimos, un 26 % inferior.
Por otro lado, las centrales de generación que utilizan gas tienen que ser compensadas por la diferencia entre el precio real (80 euros el megavatio hora el martes) y el tope (de 40). Este ajuste aumentó 6,70 céntimos por kilovatio hora el precio, pasando a ser de 30,67 céntimos, con lo que la rebaja de 8,44 céntimos disminuyó considerablemente, quedándose en 1,74, un 5,4 % inferior.
De esa forma, para el consumidor medio con tarifa regulada, las facturas de abril y mayo han sido de unos 70 euros. La prevista para junio será ligeramente inferior gracias al tope al precio del gas durante los últimos 16 días del mes. Por su parte, los consumidores en mercado libre que tengan, de una u otra forma, un precio indexado al mercado eléctrico notarán también la rebaja. Es el caso de una gran parte de los consumidores grandes y medianos, y de algunos pequeños. A los que tengan un contrato a precio fijo no les afectará la bajada y tendrán que negociar con su comercializadora las nuevas condiciones o contratar con una comercializadora regulada.