Roberto Romero: «El Metaverso no son solo unas gafas de realidad virtual»

Ana Abelenda Vázquez
ana abelenda REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Roberto Romero, experto en Metaverso, en las Xornadas Tecnolóxicas de R en Santiago.
Roberto Romero, experto en Metaverso, en las Xornadas Tecnolóxicas de R en Santiago. XOAN A. SOLER

«El factor humano es el motor de la tecnología», afirma el tecnólogo creativo de Accenture, experto en creación de contenidos multimedia, que considera a Galicia «muy bien preparada» para la última revolución tecnológica

11 jun 2022 . Actualizado a las 10:00 h.

Hay artistas que han dado conciertos en él, las empresas investigan cómo convertirlo en fuente de ingresos y otros sencillamente se preguntan «¿Qué es Metaverso, cómo cambiará el mundo?». A eso, en un viaje al futuro del ciberespacio, responde Roberto Romero (Madrid, 1982). «Metaverso es una suerte y un problema, porque muchas de las informaciones que nos llegan sobre él no son exactas», advierte este creativo, miembro de Metaverso Continuum Business Accenture, fundador de la pionera Future Lighthouse, y que hoy trabaja construyendo las novedades que nos esperan en el Metaverso.

—Dice que Metaverso no son solo unas gafas Oculus. ¿Qué es Metaverso?

—No, no son solo unas gafas de realidad virtual. Una evolución de la red a nivel global; una transformación profunda de cómo hemos estructurado internet alrededor del contenido, las comunicaciones y los modelos empresariales, y cómo lo vamos a estructurar en el futuro, a partir de ahora.

—¿Es la gran evolución de internet?

—Sí. Le han puesto un nombre diferente, cuestión de márketing. Al cambiar el nombre de Facebook a Meta y decir: «Esto es Metaverso», usan un concepto de ciencia ficción, de Neil Stephenson en los años noventa, cuando ya existían los juegos multiplayer... La evolución de todo lo que ha pasado en tecnología la han marcado los videojuegos.

—¿Metaverso no es sinónimo de videojuego, aunque se le parezca?

—No. Metaverso es un paraguas que da cobertura a todas las tecnologías ordenadas como pilares. Un pilar esencial es el usuario, que es el palo que sujeta el paraguas, pero de este paraguas caen esas verticales de la inteligencia artificial, del blockchain, del machine learning, del edge computing como parte importante de la revolución que viene. Porque si quiero tener unas gafas de consumo que sustituyan al smartphone, no puedo tener las de ahora, supergrandes. Hay que reducirlas. La siguiente evolución será la 6G, pero la 5G trae muchas cosas, provocará la explosión del internet de las cosas.

—Póngamos un ejemplo doméstico.

—Simplemente, es que todo esté conectado a la red. El robot que limpia tu casa, o el coche autónomo que se comunica con el resto de los coches del mundo para saber cuál es ruta óptima, en qué gasolinera está el combustible más barato...

—¿Qué cambios veremos en breve?

—Vamos hacia un modelo en el que todos los dispositivos van a tener el módem integrado y se van a conectar a la red directamente, a la infraestructura global. Los servidores que están cerca de los núcleos de población soportarán esta visión de computación para que los dispositivos sean lo más ligeros posible y con ello resolver problemas de sostenibilidad, como reducir la fabricación de dispositivos masiva.

—¿Será algo para unos pocos o será para todos?

—Para todos y para todo: la tostadora, el frigorífico, el Rumba... El modelo de negocio de las telcos no será: «Te vendo un paquete de datos», será: «Te ofrezco un paquete de cómputo». Todo evolucionará, todo se irá transformando.

—¿Galicia será competitiva?

—Galicia está muy bien preparada. Tenemos ese Clúster que aporta valor a las empresas locales. Para que haya futuro, es importante volver a cuidar del mundo, no solo de los grandes núcleos urbanos.

—¿Conviviremos con robots?

—Totalmente. No se puede hacer futurología a más de una década, pero en la próxima veremos las redes 6G, que permitirán que tengamos los datos de todo y podamos dotar al usuario del control de su privacidad. Todo esto traerá cambios, desde la educación hasta la última industria que te puedas imaginar. Es importante entender nuestro entorno directo, entender la diversidad.

—¿Qué le recomienda a una persona o una empresa que no tenga habilidades tecnológicas?

—Lo que prima ahora no es la capacidad para la tecnología, es la capacidad creativa. Y todos los seres humanos somos creativos. Las capacidades se obtienen. Yo no tengo una carrera universitaria. Al principio, fui artista y luego técnico, y ahora soy una mezcla. Lo he aprendido por mi cuenta. Las oportunidades están ahí fuera para que las agarremos.

—¿Qué pasará con el factor humano?

—La creatividad es fundamental en la tecnología y la creatividad es humana. Desde que vivíamos en cuevas, los humanos somos creativos. Con esa creatividad, generamos tecnología. Crear con una piedra algo que corte, esto es tecnología.

—¿Conciliaremos la inteligencia humana con la artificial? El Metaverso es real y no es real.

—Claro. Los humanos son necesarios, imprescindibles, son el motor de todo. No vamos a perder la empatía, las emociones humanas.

—¿Será la vía tecnológica la forma de crecer de manera sostenible?

—Será la única forma. Generará otros problemas, como la obsolescencia de algunas profesiones, que serán reemplazadas por otras, pero ocurrirá gradualmente, no de un día para otro. 

—¿Las empresas invierten ya en Metaverso?

—Miles de millones. En Accenture estamos en proceso de onboarding, hemos repartido 100.000 gafas de realidad virtual y tenemos una estrategia muy fuerte para llegar antes y llegar fuertes.