Dos de cada diez estaciones de servicio están en riesgo elevado de impago

M. M. / S. C. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

ANDRE COELHO | EFE

El sector advierte de que el encarecimiento del combustible está reduciendo el margen comercial de las empresas

03 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Las estaciones de servicio llevan ya un tiempo advirtiendo de que su situación es límite. Y los estudios parecen avalar sus quejas. Según un análisis publicado ayer por Iberinform, filial de Crédito y Caución, el 20 % de las empresas dedicadas al suministro de combustible se encuentran en un nivel máximo de riesgo de impago.

Aseguran los expertos de Iberinform que las que peor lo están pasando son las gasolineras fundadas en los últimos diez años. Entre estos negocios, el riesgo de impago se incrementa hasta el 29 %. Si se tiene en cuenta la antigüedad, aquellas que tienen entre 10 y 25 años de veteranía reducen al 15 % su riesgo de no poder hacer frente a sus deudas; mientras que las que acarrean a sus espaldas más de 25 años en funcionamiento se quedan en un 12 %.

Se reducen los beneficios

Tal y como explica el presidente de la Federación Gallega de Estaciones de Servicio, Julio López, muchas empresas están atravesando dificultades económicas desde que entró en vigor la bonificación. Explica que el encarecimiento del combustible está reduciendo el margen comercial y que los beneficios han bajado de forma considerable. Hay negocios, añade, que están ya con el agua al cuello, porque no están repercutiendo todo el incremento que ha experimentado el combustible: «Se han trasladado unos 17 céntimos de una subida que ya ronda los 25 céntimos en el caso de las gasolinas».

«El descuento de 20 céntimos ahora mismo es imprescindible»

A. gonzález

MARCOS MÍGUEZ

Javier Carballeira es el encargado de la estación de servicio de Repsol de la Avenida do Exército de A Coruña y tiene claro que la bonificación es un aliciente para que los clientes puedan afrontar el encarecimiento de los carburantes. «Ha ayudado a mantener el consumo», sostiene.

En esta gasolinera, a la que acuden unos 300 usuarios al día, han visto incrementada su clientela desde que comenzó a aplicarse la rebaja de 20 céntimos establecida por el Gobierno. Considera que también se debe a los descuentos que habilitó Repsol. «Creo que la bonificación ahora mismo es imprescindible porque el precio está muy alto. Como empresario y particular quiero que se mantenga», asevera Carballeira.

No obstante, reconoce que el aumento de los precios desde abril ha hecho que «el descuento se diluyera, sobre todo en la gasolina, porque dos meses después, el 1 de junio, el importe del litro era 30 céntimos mayor. Aunque admite que al principio la operación de cobro se complicó, indica que con el paso del tiempo se solucionaron los problemas.

«Gastaba menos de 400 euros al mes, ahora unos seiscientos»

c. e.

JOSE PARDO

El ortegano Valentín Calvín recorre el norte del país con su coche por su trabajo. Llenar el depósito en la estación Ortegal Oil del polígono de A Gándara le ha costado 78 euros. ¿Cuánto solía pagar habitualmente antes de la escalada de precios? «Sobre sesenta y tantos», recuerda. Tal y como explica, cada mes gastaba menos de cuatrocientos euros en gasolina. «Ahora estoy en cerca de unos seiscientos», advierte. Por ello, considera que la rebaja de veinte céntimos es necesaria, aunque insuficiente. El gasto en carburante se ha duplicado, pero no puede presindir del coche, «es imposible». «En la empresa la gasolina es una cuestión individual de cada uno, fuera de la nómina. Hacemos muchos kilómetros en automóvil y vamos a diferentes provincias», explica. Lo peor, la incertidumbre sobre el tiempo que estará en vigor la ampliación de los veinte céntimos y si la subida seguirá imparable. «Con lo que está subiendo el precio continuamente, aunque te den 20 céntimos sigue estando carísimo. Es una barbaridad comparando con hace un año», advierte.