Pero las ayudas que vendrán de la mano de Europa pueden convertirse en un auténtico problema para las administraciones. Los expertos llevan ya un tiempo advirtiendo: para lograr el objetivo de estas subvenciones es necesario mejorar la flexibilidad y la agilidad en las concesiones de licencias. «Los ayuntamientos van a tener que afrontar un gran volumen de licencias para reformas y rehabilitación en los próximos meses y no nos podemos permitir que la gestión de los proyectos quede colapsada. Debemos poner en marcha ventanillas únicas de tramitación, porque si no se cierran los proyectos de rehabilitación, se tendrán que devolver las ayudas europeas, y no nos lo podemos permitir», apunta Iglesias.