«Gran dimisión» a la española: ya hay más fijos que renuncian a su empleo que eventuales

G. Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

XAIME RAMALLAL

El Gobierno y los agentes sociales no aprecian falta de personal y achacan las vacantes en sectores como la hostelería a los salarios

24 may 2022 . Actualizado a las 14:39 h.

«En ningún caso en nuestro país existe un fenómeno similar a la Gran Dimisión de Estados Unidos». Así de tajante se mostró este lunes el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, tras reunirse con los agentes sociales para abordar por qué en España existen más de cien mil bajas sin cubrir con más de tres millones de personas paradas.

Un encuentro que concluyó con la certeza de que, a diferencia de lo que ocurre al otro lado del Atlántico, en España «no se puede decir que haya una renuncia masiva de los trabajadores a sus puestos». No hace falta más que acudir a las estadísticas de la Seguridad Social. El año pasado, solo 87.327 asalariados españoles presentaron su dimisión de forma voluntaria, lo que representa apenas un 10 % del total de trabajadores que perdieron su empleo. La inmensa mayoría de las bajas, más del 60 % (601.000), se produjeron por la finalización de contratos temporales.

La tendencia continúa en lo que va de año, con una diferencia significativa: en abril, por primera vez desde que hay datos (la serie histórica arranca en el 2001) fueron más los trabajadores indefinidos que renunciaron motu proprio a su empleo que los temporales que presentaron la carta de dimisión antes de que finalizara su contrato. En concreto, hubo casi 5.500 dimisiones de asalariados fijos (el doble que en el mismo mes del 2019, antes de la pandemia) por las menos de 4.400 de eventuales. En total, apenas diez mil renuncias, todavía muy por debajo de las 13.000 que había cada mes en la primavera del 2007, en pleno estallido económico en España por la burbuja inmobiliaria.

Nada que ver con lo que ocurre en Estados Unidos, donde solo en marzo de este año más de 4,5 millones de personas dejaron el trabajo (siguiendo el camino que tomaron otros 47 millones en el 2021). Claro que allí encontrar un nuevo empleo no es un problema. El número de vacantes ascendió en marzo a 11,5 millones, 200.000 más que en febrero, lo que significa que por cada parado existen casi dos ofertas de empleo disponibles.

Eso está provocando que las empresas que quieren encontrar mano de obra no tienen más remedio que mejorar las condiciones de trabajo, especialmente los salarios, siguiendo la receta sugerida por el presidente Biden: «Pay them more» («Páguenles más»).

El problema, los sueldos

Justo la misma filosofía que aplican desde el Ministerio de Trabajo, cuyo número dos minimizó ayer el volumen de vacantes que existen en España, apenas 109.000, según la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística (de ellas, tres mil en Galicia), lo que supone apenas un 0,7 % del empleo por cuenta ajena en España, frente a las tasas del 4,1 % en Alemania, del 4,7 % en Bélgica o del 4,9 % en los Países Bajos.

De ellas, además, casi la mitad corresponden al sector público, si se suman las de la Administración (31.500) a las de la sanidad (cerca de 13.000) y la educación (3.200).

«No hay un problema generalizado de falta de mano de obra», insistió Pérez Rey, que considera que sí existen problemas para encontrar personal cualificado en ámbitos informáticos avanzados, como la inteligencia artificial o la ciberseguridad, que exige acciones de recualificación. Y luego problemas en la construcción, la hostelería, el transporte o el sector primario que, a juicio del Gobierno, tienen más que ver con la «falta de adecuación de las condiciones de trabajo», con salarios muy bajos (algunos convenios todavía recogen sueldos por debajo del SMI) que en algunos casos «no son suficientes para vivir en las localidades donde trabajarían». Algo a lo que Trabajo le ve «fácil solución: pagar correctamente, cumplir con las jornadas y permitir conciliar: con eso, estoy seguro de que esas vacantes se esfumarán como la espuma».