Las prestaciones públicas garantizan un 102 % de la renta media a los hogares gallegos en riesgo de pobreza

G. L. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El paro, el envejecimiento de la población y la dependencia subió el nivel de pobreza al 30 %.
El paro, el envejecimiento de la población y la dependencia subió el nivel de pobreza al 30 %. martina miser< / span>

Los hogares sustentados por pensionistas son los que más se benefician de la intervención pública; los autónomos, los que menos

17 may 2022 . Actualizado a las 19:28 h.

Galicia es una de las comunidades con mayor red de seguridad para los hogares en riesgo de pobreza, que ven garantizada hasta un 102,4 % de la renta media gracias a las prestaciones públicas, tanto las monetarias (como pensiones, rentas mínimas o de inclusión y otros subsidios) como en especie (educación y sanidad, principalmente). Así se desprende de un estudio publicado ayer por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), que analiza también el reparto de la carga fiscal.

En concreto, Galicia es la cuarta comunidad con mayor inyección pública a estos hogares, tras el País Vasco (122 % de la renta media), Castilla y León (116) y Navarra (107). En el lado opuesto, la Comunidad de Madrid, donde las prestaciones sociales apenas cubren el 70,5 % de los ingresos medios en la región.

Del total de las prestaciones en Galicia, el 51,4 % corresponden a subsidios monetarios, desde pensiones a risgas, y otro 51 % a prestaciones en especie. Es, junto a Canarias, la única comunidad donde la aportación en efectivo a los hogares en riesgo de pobreza es mayor que la que se hace a través de los servicios públicos gratuitos.

El estudio añade un segundo elemento de análisis: el fiscal. El tipo medio efectivo que soportan los hogares con menos renta (sumados los tributos directos e indirectos y las cotizaciones sociales) oscila entre el 47,8 % de La Rioja y el 29,5 % de Canarias, región favorecida por la menor tributación indirecta. En Galicia, la media de la presión fiscal asciende al 37 %, lo que descontando la inyección vía prestaciones deja el saldo neto de la aportación estatal a los hogares en riesgo de pobreza en un 65,3 % de la renta media, quince puntos por encima del conjunto estatal. La cifra contrasta con el saldo neto de la intervención estatal en el resto de hogares, con una inyección equivalente al 4,7 % de la renta en Galicia, que se transforma en negativa (-1,8 %) en el conjunto de España, donde la carga fiscal es mayor a las prestaciones que se reciben.

Los autónomos, peor tratados

Según el estudio, los hogares en riesgo de pobreza que más se benefician de la intervención pública son los sustentados por un pensionista y los menos, aquellos en los que es el cabeza de familia es autónomo, que pueden llegar a tener un saldo negativo por la mayor presión fiscal que soportan. Si se atiende a la composición del hogar, los mejor tratados son las parejas sin hijos donde al menos uno de los miembros es mayor de 65 años, con una tributación muy baja al estar exenta las pensiones de cotización social. Al otro lado, los menores de 30 años que viven solos, que pese a ser uno de los colectivos con mayores tasas de pobreza aportan más al Estado de lo que reciben.