El Gobierno limitará el número de becarios según el tamaño de la empresa

L. Palacios MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Alberto Ortega | EUROPAPRESS

Establecerá una cuantía mínima para compensar «todos los gastos» y el derecho a vacaciones y a servicios como párking o restauración

06 may 2022 . Actualizado a las 18:23 h.

El Gobierno ya ha puesto encima de la mesa del diálogo social una propuesta sobre cómo debe ser la nueva norma para regular las prácticas formativas que realizan los estudiantes en empresas, que establecerá la cotización obligatoria. Lo ha hecho dentro del plazo de seis meses que se había dado para poner en marcha el nuevo Estatuto del Becario.

Pese a que se trata de un primer borrador, que no entra al detalle y recoge solo las líneas generales que debe incorporar la nueva legislación, el Ministerio de Trabajo sí ha concretado una de las medidas que pretende poner en marcha: la de limitar el número de becarios que puede haber simultáneamente en una empresa, algo que ahora no acota la ley aunque hay convenios colectivos que sí lo topan. Para ello ha establecido una tabla en función del tamaño de la compañía. Así, los negocios más pequeños, aquellos que empleen a un máximo de diez trabajadores, solo podrán contar con un becario de forma simultánea; aquellos que tengan entre 11 y 30, dos; las empresas con una plantilla de entre 31 a 59 personas, tres, y a partir de 60 empleados, el cupo de becarios no podrá ser superior al 5 % de la plantilla.

El Ejecutivo justifica esta prohibición para conseguir una «adecuada tutorización en el desarrollo de su actividad formativa práctica en la empresa». De hecho, el borrador de real decreto especifica además que «ningún tutor o tutora de empresa podrá tener asignadas, de modo simultáneo, más de cinco personas en formación práctica».

Limitar el número de becarios es una de las reivindicaciones que defienden también los sindicatos y, de hecho, CC.OO. recoge la medida en su propuesta para regular las prácticas no laborales, aunque de forma más laxa que el Gobierno. Así, amplía a tres el tope de becarios en empresas de hasta 20 trabajadores, a cinco en empresas de 21 a 50 empleados y para las de más tamaño propone que se negocie con el comité de empresa, sin que se supere el 15 % de la plantilla. Por el contrario, la patronal no ve con buenos ojos estos topes y manifestaron en la reunión «cierta reticencia» a esta medida.

Deberán pagarse siempre

El resto de cuestiones que plantea el Gobierno las deja muy abiertas, pero sí deja clara su intención de poner fin a las prácticas gratuitas. «En nuestro país no se puede pagar por ser becario y esto pasa», denunció ayer la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Para evitarlo, obligará a las empresas a pagarles «todos los gastos» que les ocasione a los estudiantes el desarrollo de la actividad laboral, aunque no exigirá que haya necesariamente un salario mínimo para este tipo de contratos, aunque sí puede haber acuerdos en los que se recoja una retribución básica.

Concretamente, el Ejecutivo aboga por establecer una «cuantía mínima suficiente» para compensar todos los gastos en los que la persona en formación práctica en la empresa incurra, tales como gastos de desplazamiento o manutención. «Esta compensación no será compatible con la percepción de otras becas o ayudas que incluyan los mismos conceptos», según puntualiza el texto.

Aunque deja en el aire la cuantía de esta remuneración mínima, CC.OO. ya ha lanzado una propuesta y defiende que el salario de entre los 400.000 y 500.000 becarios que puede haber en España no sea inferior al 50% del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), lo que lo situaría en el 2022 en un mínimo mensual de 289,51 euros.

Además, el Ejecutivo aboga por compensarles por todos los gastos que pueda acarrearles el desarrollo de esas prácticas, tales como gastos de desplazamiento o manutención. «Esta compensación no será compatible con la percepción de otras becas o ayudas que incluyan los mismos conceptos», según puntualiza el texto.

A su vez la nueva ley les reconocerá el derecho a vacaciones y descansos que aplique la empresa, así como a todos los servicios con los que cuentan los trabajadores donde se realicen las prácticas, como la restauración, las zonas de descanso y los aparcamientos.