Galo Gutiérrez-Monzonís, director general de Industria y Pymes: «Trabajamos para que las bases del PERTE del naval se publiquen a finales de mayo»

«Transformación e innovación». Galo Gutiérrez-Monzonís, director general de Industria y Pymes, incorpora ambos términos en su discurso para referirse a las condiciones que debe cumplir cualquier empresa o proyecto que aspire a los fondos europeos. Los repite de forma constante, ya sea al hablar de digitalización, diversificación, formación o sostenibilidad. Es uno de los brazos gestores de los 70.000 millones de euros de ayudas de Bruselas en los apartados de política industrial e impulso de las pequeñas y medianas empresas. Más allá del músculo textil, defiende el tejido empresarial de Galicia por su capacidad de reestructuración y la fuerza de sectores como el naval y la automoción. El alto cargo del Ministerio de Industria participó el pasado fin de semana en la I jornada de innovación tecnológica de Soermar, donde fue homenajeado.

—¿Prevé el Gobierno aumentar la línea de ayudas a las empresas para hacer frente a los efectos de la guerra de Ucrania?

—Contamos con los fondos de recuperación. Ya no es cuestión de aumentar las ayudas sino de aplicarlas bien, de forma eficaz. Es a lo que estamos dedicando mayores esfuerzos. Es verdad que ahora la situación es diferente por el encarecimiento de los precios de las materias primas, que al principio no estaba previsto. Hay que ver si los calendarios que ha establecido la Unión Europea, que son muy estrictos, se pueden alargar.

—Los PERTE avanzan con lentitud...

—Entiendo que las empresas digan: «Oye, que empezamos a hablar de los PERTE en el 2020 y ya estamos en el 2022», pero pretendemos alcanzar proyectos de cadena de valor, en cooperación, con una empresa que realice el efecto tractor y las pymes mejoren las condiciones. De ahí el carácter estratégico, que presenta bastantes complicaciones administrativas. Un ejemplo es el primero que se ha publicado, el del vehículo conectado. Finalmente conseguimos una ampliación de los umbrales máximos de ayuda por empresa y proyecto, que nos llevó bastante tiempo. Por el carácter estratégico de esta industria, es donde hemos invertido mayores esfuerzos.

—¿Puede suceder que otros PERTE también se ralenticen?

—El primero ha sido un aprendizaje para nosotros y para la Comisión Europea. Espero que con el resto no haya que hacer modificaciones, pero a veces surgen porque queremos instrumentos flexibles y útiles.

—¿Cómo ve la propuesta de Stellantis frente a otras de la competencia?

—El período de solicitudes sigue abierto. Estamos en un proceso de concurrencia competitiva y se estudiarán todas las solicitudes. Mi impresión es que todos los grandes fabricantes tendrán la oportunidad de participar en el PERTE.

—¿Cuándo se van a publicar las bases del PERTE del naval?

—Estamos trabajando para emitir la orden a finales de mayo o comienzos de junio. Tenemos que ejecutar parte del proceso a lo largo de este año.

—¿Y qué propuestas debe presentar el sector naval para conseguir las ayudas?

—Hemos planteado tres ámbitos de actuación. Uno es la diversificación de los astilleros, de modo que sirvan para construir plataformas offshore o vías de utilización de la energía marina. Por otro lado, avanzar hacia la movilidad sostenible y el empleo de energías alternativas. Y planteamos también la necesidad de contar con trabajadores cualificados en el ámbito de la digitalización: los proyectos tendrán que contar con un plan de formación y capacitación de la plantilla.

—¿Presentar proyectos basados en la sostenibilidad es el mayor reto?

—Sí, es la línea maestra más compleja para participar en el PERTE del naval. Por una parte hay que hacer procesos sostenibles y por otra, deben hacerse con combustibles y fuentes de propulsión alternativas. Quizás sea la más difícil, pero también la más apasionante.

—¿Está en condiciones España de que el peso de la industria en el PIB alcance el 20 %, tal y como quiere Bruselas?

— Es un objetivo del que me interesa el valor cuantitativo más que el relativo. A veces el peso disminuye porque aumentan otros sectores. Tenemos que acometer la transformación industrial. Insisto en la importancia de los empleos industriales porque son más sólidos en caso de crisis y están mejor pagados. Es bueno para el conjunto de la sociedad.

—¿No creen que las pymes pueden ver como algo ajeno o muy lejano la oportunidad que representan los fondos de recuperación?

—Hacemos todo lo posible porque no se sientan así. Siendo realista, es verdad que estos procesos que presentan cierta complicación a las pymes no les vienen bien porque se dedican al día a día. Pero si tiene que mejorar la cadena de valor, quien tiene que hacerlo son las pymes. No se puede hacer nada a espaldas de ellas.

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