«Cuando acabe la moratoria concursal habrá una avalancha de asuntos en los juzgados»

Cristina Porteiro
c. porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

CÉSAR QUIÁN

El exministro de Justicia critica la sobreprotección de los créditos públicos en el proceso de reestructuración de las empresas

24 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La pandemia, la inflación y la guerra en Ucrania han puesto en aprietos a muchos negocios en España. La prórroga concursal termina en junio. A partir de entonces, el exministro de Justicia y actual presidente del Centro Español de Mediación, Rafael Catalá, prevé una cascada de insolvencias. Por sus manos pasó la misma ley concursal que hoy critica por seguir blindando los créditos públicos en las quitas empresariales. Tras asistir a una jornada informativa de la Cámara de Comercio de A Coruña sobre la labor de los mediadores, atiende a La Voz de Galicia.

—¿Cuántos casos de éxito han tenido mediando?

—En España nos falta mucho camino por avanzar. Estamos acostumbrados a que cualquier solución pase por los tribunales. La reforma legal que está preparando el Gobierno (la ley de eficiencia procesal), que le propusimos hace tiempo, hará obligatoria la mediación antes de ir a los tribunales. Ahora no es obligatoria. Son muy pocas decenas de asuntos los que se resuelven. En España presentamos cada año ante la Justicia más de seis millones de ellos. Unos 2,5 millones son civiles y mercantiles. Estaríamos muy satisfechos si un 10 % se tramitaran por vía de la mediación. Hoy estamos lejísimos. No hay cultura y no hay obligación, así que no está funcionando la mediación como debería.

—Como exministro de Justicia, ¿no cree que sería mejor dotar de más personal a las plantillas que externalizar servicios?

—No es una externalización desde el Poder Judicial, es dotar de herramientas a la sociedad para no tener que resolver los asuntos en los tribunales. Cualquiera puede plantear una demanda, pero muchos asuntos que les llegan son asuntos sin gran cuantía o importancia. Un cliente que tiene una deuda comercial con un proveedor, por ejemplo. No hace falta un juez para resolver esos temas si un mediador les ayuda a encontrar una solución. Seguramente la encuentren con un descuento, una quita, una mora en el pago.

—Con la actual ley concursal la mayoría de las empresas acaban en liquidación. ¿Qué valoración hace del nuevo proyecto de reforma?

— Fui Secretario de Estado de Justicia del 2002 al 2004, cuando tramitamos y aprobamos la ley concursal. Ha funcionado muy bien. Cada vez que ha llegado una crisis empresarial, descubrimos alguna cosa que había que mejorar. Los créditos públicos de Hacienda y la Seguridad Social siguen muy blindados. Introducir un poco de flexibilidad ahí sería muy conveniente.

— ¿Con qué escenario nos encontraremos tras la prórroga concursal (termina en junio)?

— Lamentablemente el panorama es complicado y preocupante. Los juzgados de lo mercantil están tardando de media unos cuatro años y medio en resolver asuntos. Y tenemos una moratoria concursal que ha permitido aplazar la declaración del concurso. Muchas empresas, y más ahora con la crisis energética y la guerra en Ucrania, lo están pasando muy mal. Cuando finalicen los ERTE, cuando haya que empezar a retornar la financiación de los ICO y cuando se suspenda la moratoria concursal creo que va a haber una avalancha de asuntos que va a complicar todavía más la situación. El parón judicial que hubo a consecuencia del covid generó sobrecarga y alargamiento de los plazos. Hay voluntad para que la mediación ayude a eliminar parte de ese colapso.

—La inflación y la escasez de materias primas presionan a las empresas. ¿Perciben problemas en la renovación de contratos o en los pagos a proveedores?

—Sí, se está percibiendo ya. Existe un encarecimiento de los factores de producción y hay dificultades para trasladar ese aumento de costes al precio final. Esa tensión es foco de tensiones con incumplimientos de contratos, impagos, conflictos con proveedores y clientes. Estamos en un escenario económico problemático y a corto plazo no hay salidas rápidas. Por eso es importante buscar soluciones dialogadas. No todo pasa porque si un proveedor no ha cobrado, presente una demanda ante juzgado.

—¿Prevé conflictos entre empresas y trabajadores por ese pacto de rentas para limitar las subidas salariales y contener la inflación?

—La inflación, el incremento de los costes, la negociación salarial... Son factores de tensión y no va a ser nada fácil gestionarlos en los próximos meses. Creo que la negociación colectiva debería ser capaz de ayudar a no tensionar la economía y a no generar sobrecalentamiento de costes. También hay que entender que los trabajadores lo están sintiendo en su bolsillo. Las fórmulas de diálogo social y mediación son más importantes que nunca.

—¿Cuánto tiempo se puede ahorrar recurriendo a la mediación?

—La mediación se resuelve en meses, los juicios se resuelven en años. Cuatro años y medio es la duración media de un proceso en los juzgados de lo mercantil. La de un proceso de mediación es de unos 5 o 6 meses. En término de costes es cuatro veces más barata la mediación que el coste medio judicial.