Un embargo europeo al petróleo podría disparar el precio a su máximo histórico

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

LISI NIESNER | REUTERS

El barril alcanzaría los 185 dólares, provocando una destrucción masiva de la demanda

20 abr 2022 . Actualizado a las 19:21 h.

¿Hasta dónde puede llegar el precio del petróleo? Los 130 dólares que alcanzó el barril de brent a principios del mes de marzo propulsó los carburantes en España a precios que nunca se habían visto en los surtidores, obligando al Gobierno de Pedro Sánchez a aprobar un descuento de 20 céntimos por cada litro repostado. A pesar de que el crudo cotiza hoy a 107 dólares, esa bajada no se ha trasladado tan rápido a los precios de los monolitos. La gasolina y el diésel en Galicia siguen por encima del umbral de los 1,8 euros el litro. Antes del estallido de la guerra en Ucrania se situaban en los 1,62 y los 1,5 euros el litro, respectivamente. 

Y las cosas podrían complicarse todavía más si prospera la propuesta de Bruselas y algunas cancillerías europeas de dar un paso adelante en las sanciones contra Rusia, aprobando un embargo a su petróleo. Más de la mitad del crudo que produce el país acaba en las gasolineras europeas y casi el 30 % del que consume la Unión Europea (UE) llega a través de buques y del oleoducto Druzhba, que conecta Rusia con las principales refinerías de Alemania, Polonia, República Checa, Hungría, Eslovaquia, Bielorrusia y Ucrania.

Una interrupción del suministro, ya sea porque la UE veta su compra o porque el Kremlin ordena cerrar el grifo, podría disparar el precio del petróleo en el mercado a los 185 dólares el barril, según JP Morgan Research. Un umbral sin precedentes históricos. La cota más alta que llegó a alcanzar el crudo se registró el 3 de julio del 2008, antes del estallido de la crisis financiera. Entonces, el barril llegó a cotizar en los 140,7 dólares. «Probablemente conduciría a una caída masiva de la demanda mundial de petróleo», explican sus expertos. Y es que prácticamente no hay capacidad para aumentar la producción, tras siete años sin invertir en infraestructuras de extracción. 

Sin ese veto, apuntan desde el centro de análisis, el precio del barril se situará en los 110 dólares este segundo trimestre, para bajar a los 100 en el tercero y cerrar el año en los 90 dólares. 

Racionamiento energético

Mientras el Gobierno francés aguarda el resultado de la segunda ronda de las elecciones presidenciales, donde la ultraderecha le disputa la victoria a Emmanuel Macron, París va preparando el terreno para conseguir persuadir a Alemania y aprobar el embargo antes del verano. La principal potencia del euro se debate entre actuar de forma coherente al discurso oficial del Gobierno o preservar la estabilidad de su economía. No es para menos. Un veto al petróleo le dejaría a las puertas del embargo al gas ruso. Y una interrupción del suministro de ambos hidrocarburos supondría una pérdida de 220.000 millones de euros en el conjunto del 2022 y el 2023, según cálculos del Instituto Ifo de Investigación Económica. El agujero equivaldría a más del 6,5 % de la riqueza anual que genera el país. No solo eso, el país entraría en recesión el año que viene y la inflación se dispararía un 7,3 %, a máximos desde la Segunda Guerra Mundial. 

¿Cómo de duro puede ser un embargo al gas? La UE importa el 45 % de Rusia. El 70 % lo envía a través de una compleja red de gasoductos, principalmente el Nord Stream, Yamal, Brotherhood, Soyuz y Progress. En el escenario actual, los analistas de JP Morgan calculan que los Veintisiete llegarán a final de año con las reservas al 60 % y con el precio del gas (TTF) en los 81,25 euros el megavatio hora (MWh), gracias a un aumento del 18 % en las compras de gas natural licuado (GNL). No obstante, si se interrumpe parcialmente el suministro, de manera involuntaria o deliberada, dejando a la UE sin un 30 % del gas que debería consumir hasta final de año, el precio del MWh podría escalar hasta los 180 euros. 

El peor de los escenarios, que se correspondería con un desabastecimiento completo, haría que el precio superara la barrera de los 200 euros. Este escenario precipitaría a la UE a un escenario de racionamiento energético y tarifas nunca vistas. «La destrucción de la demanda será el único mecanismo para frenar el impulso alcista de los precios porque no hay suficiente LNG para compensar el déficit de suministro ruso», aseguran los expertos. Y eso se podría producir de manera natural. Es algo que ya se vio en los primeros compases de la guerra en Ucrania. Cuando el precio de la electricidad alcanzó los 500 euros el MWh en el mercado mayorista español, muchas industrias decidieron recortar la producción o pararla para no producir a pérdidas. 

Alemania pone fecha de caducidad al petróleo ruso

A pesar de ralentizar la activación de sanciones energéticas, el Gobierno alemán empieza a ceder a la presión política y pública. Su ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, confirmó este miércoles que el país dejará de importar carbón y petróleo rusos este mismo año. «Alemania también dejará de importar energía de Rusia. Dejaremos de importar carbón a más tardar en verano [tras una prórroga de cuatro meses] y reduciremos a la mitad las importaciones de petróleo hasta el verano, eliminándolas a finales de año», dijo en declaraciones recogidas por medios alemanes, según Efe. 

¿Qué hay del gas? Ahí el calendario no es tan claro. Berlín no dará ningún paso en esa dirección hasta que no haya un plan a nivel europeo. «Abandonar juntos el gas ruso, toda la UE, esa es nuestra fuerza», dijo Baerbock.