La ministra neerlandesa de Finanzas, Sigrid Kaag, afirmó recientemente que una prórroga de la suspensión de las reglas fiscales estaría «justificada» por la guerra y además auguró que esta será la propuesta de Bruselas.
«Se podría esperar que la Comisión esté tentada a una extensión de la cláusula general de escape y creo que las circunstancias lo justificarían», subrayó en una comparecencia con la vicepresidenta económica española Nadia Calviño, quien, en cambio, prefirió esperar al análisis de la Comisión.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, sí que ha pedido abiertamente un año más de suspensión de las reglas que limitan el déficit y la deuda, una posibilidad sobre la que ni Kaag ni Calviño esperan un debate «intenso», anticipando un consenso rápido entre las capitales al respecto.
La reforma de fondo
Más difícil de pactar será la reforma de estas normas, que Bruselas reactivó en el 2021 tras haber quedado relegada a un segundo plano durante la pandemia. El eje del debate será cómo conjugar la reducción de la deuda, disparada por la covid, con la necesidad de seguir invirtiendo en la transición ecológica y, tras la guerra, también en defensa.
Los gobiernos español y holandés presentaron este mes un documento conjunto en el que abogan por relajar las normas y rompen con la dinámica de bloques que ha marcado tradicionalmente el debate entre el norte, partidario de una mayor rigidez, y el sur, defensor de la flexibilidad.
Madrid y La Haya argumentan que los países deberían comprometerse de forma creíble a construir colchones fiscales para la próxima crisis, pero apuestan por hacerlo con estrategias de consolidación «específicas para cada país», «realistas» y «graduales», además de compatibles con el crecimiento económico y la creación de empleo.