La Voz
Con los países de la Unión Europea pisando el acelerador para reducir a toda prisa su dependencia energética de Rusia, sobre todo del gas natural, España ha empezado a acariciar el sueño de convertirse en el gran centro logístico del hidrocarburo extraído en África para repartirlo por el resto del continente. No en vano, aquí se encuentra un tercio de la capacidad de acopio de Europa, con seis plantas regasificadoras, gestionadas por Enagás, salvo la gallega de Mugardos, propiedad de Reganosa, y tres almacenamientos subterráneos. En conjunto, España puede guardar 30 millones de metros cúbicos, 200.000 gigavatios hora, más o menos la mitad de lo que consumió el país entre abril del 2021 y marzo pasado: 432.285 gigavatios hora, según datos de Enagás. El 40 % de ese gas llegó por tubo procedente de Argelia y el 21 %, de Estados Unidos, en barco, en forma de gas natural licuado. Al resto del continente podría distribuirse desde aquí también en metaneros y por gasoducto, aunque para ello habría que desempolvar el viejo proyecto para ampliar la interconexión con Francia.