Los costes de producción y la inflación aprietan hasta la asfixia al textil gallego

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO | LA VOZ

ECONOMÍA

Una tienda de moda en una ciudad gallega (foto de archivo)
Una tienda de moda en una ciudad gallega (foto de archivo) ALBERTO LÓPEZ

La industria teme el impacto en las ventas de la inevitable subida de precios

10 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La moda encara una subida de precios histórica. El sector, tradicionalmente deflacionista, no tiene alternativa. Grandes operadores como Inditex, Adidas, Uniqlo o Geox han optado por empezar a trasladar los sobrecostes al consumidor final, y la inflación tocó máximos en más de una década, y el sector en general no ve más salida que subir precios, a costa de perder ventas.

Porque dos años después del estallido de la pandemia, la recuperación se vislumbra todavía a lo lejos para la industria de la moda en Galicia ante el incremento de los costes de las materias primas, los precios de la energía disparados y la cadena logística tensionada de nuevo por la guerra de Ucrania.

Producir textiles en España fue en el 2021 un 4,8 % más caro que en el 2020, según el Índice de Precios Industriales (Ipri) publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se trata de la mayor subida desde 1995, debido en gran parte a los precios de la energía, de la que el sector es tan dependiente, tanto en la producción como en la comercialización en tiendas.

«La situación es de incertidumbre. Estamos empezando a preparar las colecciones para el próximo verano y comprando materiales a unos precios tremendos, con un coste de la energía disparado, y no sabes cómo va a evolucionar esto de aquí a que salga el producto a la venta, ni cómo lo vas a poder repercutir», afirma José Antonio Conde, presidente de Cointega, la patronal gallega del textil.

Pero la inflación ya impacta en la industria de la moda y en los precios que se están pagando ya en las tiendas. «Lo de las materias primas ya viene de atrás. Muchas nos han subido un 10 o un 20 %, lo que pasa es que no trasladan todo ese sobrecoste, y eso va contra los márgenes».

Del algodón a la luz

Como ejemplo aporta estos datos: «En marzo, el algodón cotizaba a 1,40 centavos por libra, mientras que el barril de petróleo costaba 109,3 dólares. El 5 de abril del 2021 el algodón cotizaba a 0,78 centavos por libra y el barril de Brent estaba a 62,1 dólares». Además faltan materiales, «aunque no hemos llegado a estar desabastecidos, se nota escasez en algunas buenas materias como poliéster blanco o algodón reciclado», explica el presidente de la patronal y dueño de la firma de moda coruñesa Alba Conde.

En el caso de la industria gallega de la moda, Conde explica que el escenario de guerra ha provocado una vuelta en toda Europa a la producción en proximidad, en Turquía y Portugal y eso está afectando a las empresas de la comunidad. «Hay una vuelta a Europa. Yo, por ejemplo, fabrico todo en España Portugal, porque Turquía está bien, pero para según qué cosas. Y lo que está ocurriendo es que la demanda europea está saturando a los portugueses. Están desbordados»,

Acotex, la patronal española del comercio de moda, reproduce un escenario idéntico, y reconoce que una de las medidas que ha tenido que acometer el sector para asegurar su supervivencia es la subida de precios.

«Tenemos que hacer un ejercicio de adaptación y equilibrio de los precios para que no se nos coman los costes», dicen fuentes de la patronal española, «Pero también hay que cuidar al cliente, subir los precios anualmente es inviable, pero tenemos que llegar a acuerdos intermedios», dice.

Dicho esto, la industria también reconoce que ese incremento de los precios afectará cada vez más al consumidor final, cuyos bolsillos tampoco atraviesan su mejor momento, con una inflación al galope que reduce su capacidad de compra. Y ese, precisamente, es el gran miedo. «Habrá un parón en el consumo, lo que hace que la situación sea más delicada aún», dice Acotex.

El crecimiento del comercio de moda se frena

En marzo el dato adelantado disparó la inflación en un 9,8 % interanual, lo que hace prever una subida general en el sector textil moda. Ya en febrero, el Índice de Precios de Consumo (IPC) del vestido y del calzado subió un 3,6 % interanual. La subida está una décima por debajo de la de enero, cuando se situó en el 3,7 %, la mayor tasa desde marzo del 2003.

El crecimiento del comercio textil se frena. Después de haber aumentado sus ventas un 23,8 % en enero, en febrero ese porcentaje bajó al 18,3 % y en marzo, según los datos que acaba de dar a conocer la patronal Acotex, se ha reducido hasta el 11,7 %. Con todo ello, el acumulado del año registra un crecimiento del 21,5 %, aunque hay que tener en cuenta que se parte de una base muy baja.

La patronal califica el dato de marzo como «positivo», teniendo en cuenta la recuperación de las ventas, pero recuerda también que viene de bajar un 70,3 % en el mismo mes del 2020 y un 38,1 % en el 2021.

Las cifras, tanto de ventas como de empleo, siguen, ante todo ello, a muchísima distancia todavía de las registradas en el 2019, antes de que comenzara la pandemia. En el 2020 el sector registró una caída del 40 % y en el 2021 del 13 %, con una recuperación ahora que no llega ni siquiera al 22 %.

A falta de que se hagan públicos los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes al mes de marzo, el pasado mes de febrero las ventas del comercio minorista se incrementaron tan solo un 1,7 % en comparación con el mismo mes del 2021.