Una circunstancia que desató el temor de quienes perciben estos abonos, similar al ocurrido hace justamente dos años, cuando el sistema colapsó por la avalancha de solicitudes para acogerse a las prestaciones públicas en plena crisis sanitaria. No ha sido este el caso, según fuentes del Ministerio de Trabajo, que aclararon que los retrasos se debieron a que abril comenzó en fin de semana, lo que retrasó la gestión de las remesas para los pagos.