Navantia cerrará contratos por 500 millones en el área de renovables para sus astilleros de Fene y Puerto Real

Beatriz García Couce
Beatriz Couce BILBAO / ENVIADA ESPECIAL

ECONOMÍA

B. COUCE

La compañía presentó en la feria Wind Europe de Bilbao su nueva división de energías verdes, bautizada como Seanergies

05 abr 2022 . Actualizado a las 19:57 h.

Navantia, que se adentró en el 2014 en el sector de la eólica marina, amplía miras y pisa el acelerador con ambición en el mercado de las fuentes renovables. En la mañana de este martes ha puesto de largo su nueva marca Navantia Seanergies con la que gestionará encargos no solo procedentes de la industria del viento en el mar, sino también para la producción de hidrógeno. Los objetivos marcados en este ámbito ya están cuantificados, y fueron desgranados por el director de esta división, Javier Herrador: en los próximos meses prevén anunciar contratos por 500 millones de euros en obras que se llevarán a cabo tanto en el astillero de Fene como en el de Puerto Real (Cádiz). La cartera de pedidos con la que generarán ocupación para estas plantas sostendrán, si se cumplen las cifras que maneja la empresa pública, alrededor de 350 millones de euros de facturación anual.

El presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, explicó que con esta apuesta por las energías renovables y por esta diversificación de la actividad, la empresa «contribuye al desarrollo sostenible», para lo que contarán con una cadena de suministro que esperan ampliar. Además, recordó que, desde que participan en el sector de la eólica off-shore, la compañía ha ejecutado 11 proyectos para cinco países. «Somos una empresa pública firmemente comprometida con un futuro sostenible para España y somos una empresa industrial con un fortísimo papel tractor en nuestros colaboradores. Nuestra apuesta por las energías verdes traccionará actividad económica y empleo en un sector sostenible y con alto potencial e impulsará las posibilidades de exportación de nuestra industria colaboradora», subrayó.

Los cálculos económicos divulgados por Navantia se sustentan en los contratos que negocia la compañía actualmente en el mercado internacional. Para Fene, explicaron distintos responsables de la compañía pública, hay conversaciones maduras para la fabricación de jackets —estructuras de acero de varias patas que se anclan al lecho marino y sustentan los aerogeneradores en alta mar—, monopiles —de una sola pata— y también flotantes en países como el Reino Unido, Francia, Alemania y Polonia.

En la aventura de la eólica marina, Navantia no navega sola, sino que lo hace en alianza con la asturiana Windar Renovables. Justo Acedo, director general de esta firma, también confirmó las buenas expectativas de cerrar nuevos encargos a corto plazo. Navantia y Windar ejecutan además inversiones por valor de 36 millones de euros para la transformación de las instalaciones de la antigua Astano y que puedan fabricar también monopiles de gran formato.

Javier Herrador explicó que la estrategia de la empresa para las energías verdes se sustenta sobre cuatro pilares: el aprovechamiento de toda la experiencia acumulada en el sector naval; la inversión para modernizar activos e instalaciones; la constitución de centros de excelencia para la innovación de productos, y el desarrollo de la cadena de valor para «seguir impulsando la industria colaboradora».

De hecho, en la feria de Bilbao, en la que participan 330 empresas, se dieron cita empresarios de la comarca ferrolana, que desarrollan habitualmente las obras navales y de eólica marina con Navantia, como Nervión, Grupo Intaf y Talleres Mecánicos Galicia.

Fábrica de Turbinas de Ferrol

Navantia exprimirá además todas las oportunidades comerciales del hidrógeno, tanto a través de la producción de electrolizadores, en la fábrica de Turbinas de Ferrol, como en la propulsión de buques mediante la integración de soluciones de pila de combustible y tecnología de hidrógeno o derivados.