España asume que Bruselas no aceptará limitar el precio del gas a 30 euros, pero sí a 50

Olatz Hernández / F. Fernández BRUSELAS, REDACCIÓN / COLPISA, LA VOZ

ECONOMÍA

JOSE PARDO

Los consumidores tendrán que pagar 5.000 millones en compensaciones a los ciclos combinados para evitar que entren en pérdidas

02 abr 2022 . Actualizado a las 10:55 h.

España y Portugal han presentado a la Comisión Europea su propuesta conjunta para bajar el precio del gas para generación eléctrica. El plan ibérico para reducir el impacto de esta energía en la tarifa de la luz deberá contar con el visto bueno de Bruselas y la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, se mostró optimista sobre el resultado de dicha negociación: «Soy positiva. Puede haber cambios y sugerencias en relación a las grandes líneas de lo que hemos compartido».

Y es que parece difícil que Bruselas acepte la propuesta de rebajar el precio del gas a 30 euros el megavatio hora (cuatro veces inferior a la referencia de mercado del Mibgas, de 120) que anunció el jueves Ribera, un límite que podría levantar críticas entre algunos países de la Unión Europea. Tal y como apuntó la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, el tope propuesto es «un mínimo. Un punto de partida» en las negociaciones, como asumiendo que el Ejecutivo comunitario lo rechazará. Ribera calcula que la respuesta de Bruselas llegará a finales de mes, con lo cual, el mecanismo entraría en vigor a partir de mayo.

Los analistas de JP Morgan también dan por hecho que finalmente la Comisión dirá no a esa cifra tan baja y alejada de la realidad del mercado y que aceptará una más próxima a los 50 euros por megavatio hora, que tanto España como Portugal manejaron en un primer momento, pero que luego modificaron para contentar a los socios del PSOE, a Unidas Podemos.

JP Morgan estima que con el gas para generación a un tope de 30 euros el megavatio hora, la electricidad en el mercado mayorista rondaría los 90 euros. Con el límite en 50, el segundo producto subiría hasta los 125 euros el megavatio hora, un 80 % más bajo, por ejemplo, que el previsto para este sábado, de 225.

El objetivo de la propuesta de España y Portugal, que comparten el mercado ibérico de electricidad, es embridar la escalada de precios de la luz al por mayor y han optado por hacerlo atacando artificialmente una parte de la raíz del problema: el gas. Las cotizaciones internacionales del hidrocarburo se han multiplicado por cinco en el último año y un 25 % desde el inicio de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, el 24 de febrero. La propuesta a la Comisión Europea no pasa por intervenir el mercado mayorista del gas, sino por poner un tope al coste de la materia prima que los ciclos combinados, las plantas de generación eléctricas que la usan para producir, podrán interiorizar a la hora de hacer sus ofertas en el mercado eléctrico mayorista. Pero el mecanismo propuesto a Bruselas incluye compensaciones a esas centrales para que no entren en pérdidas o directamente decidan no funcionar. Compensaciones que pagará la demanda, es decir, todos los consumidores de electricidad, a los que, por un lado, les bajará la factura —con el gas a 30 euros se estima que un 35 %; con la materia prima a 50, algo menos—, pero les subirá por otro para asumir las compensaciones a los ciclos. Aunque, según el Gobierno, el balance será positivo a favor de los consumidores.

Los analistas del banco Santander estiman que, con el gas a 30 euros, esas indemnizaciones alcanzarían los 6.200 millones en los ocho meses en que podría estar en vigor la medida (siempre que la Comisión acepte limitar precios en la península hasta fin de año). Si el tope al gas quedase finalmente en 50, el coste bajaría hasta los 5.700 millones. El Santander descuenta del impacto los 1.800 millones procedentes del adelanto de la liquidación de las renovables con un régimen especial y que aliviarán una parte de la factura doméstica hasta fin de año.

El Santander también duda de que la Comisión acepte un tope tan bajo para el gas que provocaría una gran brecha entre los precios eléctricos mayoristas del resto de Europa (entre 225 y 250 euros el megavatio hora) y el ibérico (entre 70 y 90).

Argelia amenaza con encarecer el gas

La empresa energética estatal argelina Sonatrach advirtió ayer de la posibilidad de recalcular el precio del suministro de gas a España. El consejero delegado de la compañía, Toufik Hakkar, avanzó que el país «ha decidido mantener para todos sus clientes precios relativamente correctos», pero no descartó que deje de ser así en el futuro para «nuestros clientes españoles». Argelia es el principal suministrador de gas a España, con el 40 % de las importaciones. Las relaciones entre ambos países se han visto enturbiadas en las últimas semanas tras el reconocimiento por parte del Gobierno de Pedro Sánchez del plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara Occidental.

Argel llamó a consultas a su embajador en Madrid como muestra de malestar.

Dos precios distintos: uno para Europa, otro para la península

El Consejo Europeo de la semana pasada reconoció la «excepción ibérica» para España y Portugal, que les permite poner en marcha sus propias recetas para contener los precios eléctricos, pero sin tocar el funcionamiento del mercado mayorista. Lo que más le preocupa a Bruselas es que no se ponga en peligro el mercado interior y que la propuesta ibérica no distorsione las cotizaciones del resto de los países. Por eso, el plan es que haya dos precios eléctricos: uno real, que impute los costes de mercado de las materias primas, que sería al que se vendería la energía a Francia; y otro ficticio, con el tope al gas, para uso interno de España y Portugal. Para ello se harán dos subastas diarias, en lugar de una como ahora, aunque el modo de casar los precios, aplicando el algoritmo Euphemia, sería idéntico.

Que los ciclos combinados solo puedan interiorizar un coste de 50 euros por megavatio hora por la materia prima implicará que la oferta que presenten al mercado eléctrico será como máximo de 125 euros. ¿Por qué? Porque con cada megavatio hora de gas que se quema se generan 0,5 megavatios hora de electricidad, así que si el precio de la materia primera es de 50 (aunque sea de forma artificial), la oferta será como mínimo de 100. Pero los ciclos tienen que sumar, además, los derechos de emisión de CO2, entre otros costes, recuerda José Luis Sancha, profesor de la Universidad de Comillas ICAI y experto en regulación.

¿Por qué es tan importante poner coto a las ofertas de los ciclos en el mercado eléctrico? Porque, como son la tecnología más cara, marcan el precio que cobrarán todas las demás, como ordena el sistema marginalista de casación de precios. Sin embargo, como recuerda Sancha, los ciclos, en realidad, solo casan el 20 % de las horas. Lo que ocurre es que otras tecnologías, como la hidráulica, ofertan al coste de oportunidad del gas. Y si este baja, aunque sea artificialmente, también lo harán las demás. Tanto Sancha como Jorge Morales de Labra, director de la comercializadora Próxima Energía, consideran que, a falta de concretar el tope que finalmente se imponga a las ofertas del gas, la medida será la más efectiva para reducir la factura de la luz.