Marta Ortega: de jugar de niña los sábados en la fábrica a la presidencia

Sofía Vázquez
Sofía Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

ANGEL MANSO

Tímida, pero de fácil trato y divertida, conoce la empresa como la palma de su mano. Al fin y al cabo, pese a su tamaño, sigue siendo una empresa familiar

19 feb 2023 . Actualizado a las 17:13 h.

Marta Ortega Pérez (Vigo, 10 de enero de 1984) es hija de Amancio Ortega Gaona y Flora Pérez Marcote. Él, fundador de una compañía en la que su mujer comenzó a trabajar —concretamente en el taller de la calle Noia, de A Coruña— cuando tenía 16 años. Con estos antecedentes es fácil deducir que la que será la próxima presidenta no ejecutiva de la multinacional vivió desde niña el devenir de la empresa. La conoce como la palma de su mano. Desde pequeña sus padres la llevaban a la fábrica los fines de semana.

Hasta cuarto de la ESO estudió en Santa María del Mar, donde conoció a sus amigos más próximos, los de toda la vida (algunos trabajan en Inditex). Era una niña tímida y lo sigue siendo; también discreta, agradable y educada, buena compañera y muy estilosa (en aquel año de cuarto de la ESO, cuando no era obligatorio llevar uniforme, llevaba unos zuecos Birkenstock, lo más de lo más en Galicia). Era buena estudiante (de notable alto), por lo que en las tutorías, a las que siempre iba su madre, nunca había ningún problema. Completó su formación en el Aiglon College, un internado en Suiza, y después estudió Empresariales en la European Business School de Londres, donde se licenció. A finales del 2007, con solo 23 años, se incorporó a Inditex, en esa línea formativa de Fast Track Rail (carrera rápida), y fue cuando aceptó un puesto en la tienda que Zara tiene en Kings Road, en Londres. A partir de ahí, siguió involucrándose en el negocio. Utiliza la misma técnica que su padre: pregunta y pregunta, y quiere saber y hacer.

Trabajo y ocio

Participa en las reuniones de alta dirección de la compañía. Son largas, y en ellas están presentes todos los responsables de las cadenas, a los que conoce. Y mucho, porque Inditex, pese a su tamaño, sigue siendo una empresa familiar. En esos encuentros de trabajo están sus tíos, Óscar y Jorge Pérez Marcote, directores generales de Zara y Massimo Dutti, respectivamente; y también Beatriz Padín, directora de mujer-Zara y la persona que los últimos 15 años ha acompañado a la mujer que ahora ocupará la presidencia de esta compañía familiar. Marta, dicen los que la conocen, es fácil de trato, cariñosa, divertida y muy madraza. Tiene dos niños, Amancio, fruto de su matrimonio con Sergio Álvarez; y Matilda, a la que tuvo con Carlos Torretta, su marido. La niña es muy pequerrecha, pero el chaval ya hace sus pinitos en un club de fútbol y en una escuela de surf. La abuela Flora está siempre pendiente de él.

La hípica es la pasión de Marta. Nevada fue su primera yegua. Esta actividad deportiva fue la que hizo que Amancio Ortega se decidiese a montar Casas Novas, que se construyó en unos terrenos que se rellenaron con tierra que salía de la sede que en aquel momento tenía la compañía (GOA, en Arteixo).

La vinculación de la joven con Galicia está fuera de toda duda. En la ciudad herculina tiene su domicilio familiar (vive en el mismo edificio que sus padres) y a un grupo de amigos que siempre «la protegen» frente a los comentarios y cotilleos. Con ellos corre la San Silvestre y con ellos ha celebrado divertidas fiestas de fin de año, además de viajar o salir de cena. «Antes de la pandemia me la encontré en la calle de la Estrella, probablemente fuera a cenar al Charrúa», comenta uno de sus antiguos compañeros de colegio.

Sus dos matrimonios se celebraron en este rincón de Galicia, que ya conocen modelos como Naomi Campbell y familias como Loewe. Una de las acciones de Marta Ortega en la ciudad ha sido la exposición de Peter Lindbergh, que el Financial Times ha calificado como una de las cinco citas culturales más importantes del mundo en el 2022. Marta ha dirigido el reforzamiento de la imagen de marca y propuesta de moda de Zara, área que seguirá supervisando desde su cargo en la presidencia. Fue a la vuelta del verano del 2021 cuando Ortega le preguntó a su hija si estaba dispuesta a presidir la compañía. Ella aceptó. Será también la responsable de comunicación, auditoría interna y secretaría general. Mantendrá la marca de la casa: discreción.