Grandes petroleras han restringido sus compras a Rusia y buscan nuevos proveedores
Con el mercado del petróleo tensionado, que casi el 30 % del crudo que compra la Unión Europea (UE) venga de Rusia, es un problema. Sustituirlo es una tarea titánica. Y, aunque no se ha impuesto un embargo como el estadounidense, las grandes petroleras ya han empezado a cortar lazos con los proveedores de ese país: «Refinerías en Europa están buscando alternativas al suministro de crudo ruso», aseguran desde S&P Global. Llevará tiempo y, sobre todo, dinero, porque antes de la invasión, Europa estaba importando de Rusia unos 2,7 millones de barriles de crudo diarios y otros 1,5 millones de productos derivados, mayormente diésel, pero también componentes para fabricarlo.
Con el objetivo de asegurar el suministro se están cerrando contratos a largo plazo mucho más caros de los vistos hasta ahora, así que eso anticipa problemas para el bolsillo de los consumidores en adelante.