Stellantis Vigo y el motor gallego encajan su plan de futuro en las bases para optar a 1.200 millones

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

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El sector presentará una batería de proyectos en concurrencia competitiva con las comunidades productoras de coches

19 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Tarde, y con varias modificaciones encima, pero ayer por fin el Gobierno desveló a través del BOE las bases para entrar en el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado (PERTE VEC), que pone en circulación 3.000 millones de euros a repartir entre los principales productores de coches y componentes implantados en España.

 En este plan, Stellantis Vigo y la automoción gallega en general se juegan 1.200 millones de inversión a repartir en diferentes proyectos para reconvertir el sector hacia la producción de coches eléctricos. Había serias dudas de si el Gobierno iba a mantener como criterio prioritario y excluyente, en caso de no cumplirse, la producción de baterías de lítio para coches eléctricos. Finalmente, y según las bases publicadas, el término utilizado es el de «ensamblaje» de baterías, un criterio que Stellantis Vigo cumple, ya que dispone de un taller de ensamblado de pilas de litio que aspira a incrementar su capacidad con la ayuda de los fondos del PERTE.

La convocatoria se ha publicado bajo criterios de concurrencia competitiva y con un impacto en un mínimo de dos comunidades autónomas, que en el caso de la candidatura gallega será de tres, al incluir Madrid y Zaragoza, en donde Stellantis tiene centros de producción.

Asimismo, los proyectos aprobados siempre deberán contar con un participante de cada uno de los tres bloques obligatorios: además de ensamblaje de baterías, la fabricación de vehículos y también proveedores de componentes, «por la importancia de todos los elementos de la cadena de valor», premisas que la automoción gallega cumple sobradamente, con Stellantis Vigo y el Clúster Gallego de Componentes de Automoción (Ceaga), además de la implicación del CTAG, centro Tecnológico de Automoción de Galicia.

 Menos pymes

Hay más cambios. La propuesta original obligaba a los candidatos a que el 30 % de las ayudas recayeran sobre pymes, condición que no fue bien recibida por el sector del automóvil al dificultar la ejecución de los proyectos. Según la nueva redacción, «se podrá computar también la ayuda equivalente al presupuesto contratado y subcontratado por las grandes empresas con dichas pymes». Con este cambio, la comprobación de que el 30 % de los fondos será gestionado por pymes no se realizará durante el proceso de adjudicación, sino durante la supervisión de los expedientes ya en la etapa de justificación.

Entre las principales novedades que incluye la convocatoria se encuentra que el plazo de presentación de las solicitudes comenzará el 1 de abril y finalizará el 3 de mayo, para un programa en el que los tipos de interés serán del 0 % , «unas condiciones muy relevantes, teniendo en cuenta que, por ejemplo, la Reserva Federal estadounidense ha anunciado la primera subida de tipos desde 2018», explican fuentes del sector; con un plazo de amortización de 10 años y un período de carencia de tres. Los beneficiarios podrán elegir si solicitan una subvención, un préstamo reembolsable o una combinación de ambos.

Ya en las bases se establecía que de los 2.975 millones de euros, que se imputarán a los Presupuestos Generales del Estado para los años 2022 y 2023; 1.550 millones (un 52,1 %) se reservan para subvenciones y 1.425 (47,9 %) para préstamos.

Dentro del apartado de puntuación de los proyectos, cuyo máximo se sitúa en 130 (en algunos capítulos se establecen parámetros mínimos que de no alcanzarse supondrían el rechazo del proyecto), además de la flexibilización del efecto tractor sobre las pymes en la cadena de valor, el ministerio ha incluido el «compromiso de generación de nuevos puestos de trabajo en la cadena de valor», teniendo en cuenta, «especialmente la creación de empleo de mujeres en los que estén infrarrepresentadas» o que estén en «situación de vulnerabilidad».

Líderes en el 2021 pese a la crisis de los microchips

En plena pandemia y con la crisis de los microchips ya encima, Stellantis Vigo terminó el 2020 con una producción de 498.639 unidades, a una media de 2.178 coches por día. Fue la planta líder en España, por delante de Stellantis Zaragoza (391.000 coches fabricados); y de Seat Martorell (350.000 vehículos). El 2022 no ha empezado bien y el desabastecimiento de semiconductores y cableado procedente de Ucrania están provocando importantes paradas de producción.