Interior improvisó en unas pocas horas el dispositivo policial de la huelga sorprendido por su envergadura

Melchor Sáiz-Pardo MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

ALBERTO LÓPEZ

Los servicios policiales y los expertos ministeriales minusvaloraron en sus informes la potencia de una plataforma casi desconocida. En Galicia ya hay tres imputados por coacciones

18 mar 2022 . Actualizado a las 20:08 h.

El Gobierno ha tenido que improvisar en cuestión de horas centenares de operativos de seguridad, dispositivos de escoltas a convoyes y despliegues de vigilancia en nudos logísticos para tratar de garantizar los suministros ante el bloqueo que está provocando una huelga de transporte cuyo alcance no vieron e, incluso, minusvaloraron los servicios de información policial y los expertos ministeriales.

Según reconocen responsables de la seguridad del Estado y de los principales ministerios afectados, los consultores de Interior y Transportes desde el inicio apuntaron a que la convocatoria de la casi desconocida Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte de Mercancías no iba a tener una «afectación importante» en las comunicaciones y en la distribución, puesto que el «paro nacional indefinido» no contaba con el respaldo del Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), que es el que agrupa a las grandes confederaciones y asociaciones.

Los informes que llegaron durante la primera quincena de marzo a Moncloa, a Interior o al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana no se tomaron demasiado en serio la huelga de la plataforma, según explican diversos especialistas policiales, ya que, entre otros motivos, el paro, sobre el papel, estaba convocado por «empresarios» y no por los trabajadores del sector.

Así las cosas, el Ministerio del Interior no puso en marcha ningún tipo de plan especial a pesar de que la plataforma no ocultó sus planes. Las primeras informaciones sobre la convocatoria del paro indefinido del 14 empezaron a distribuirse el 7 de marzo. El Gobierno no activó ninguna célula de seguimiento o coordinación con las administraciones afectadas a pesar de que el colectivo convocante —de acuerdo con sus propios datos de los que se hicieron eco informes policiales— decía tener el respaldo de unas 130.000 pymes y autónomos del sector.

La respuesta organizada del Gobierno no comenzó hasta la tarde-noche del martes, casi 48 horas después del inicio del paro. Y las primeras instrucciones no se repartieron hasta la mañana del miércoles. Fue la Secretaría de Estado de Seguridad la que comunicó a las delegaciones del Gobierno la orden de «reforzar todos los dispositivos policiales».

Interior también decidió ese miércoles casi sobre la marcha activar una suerte de célula de crisis, que no estaba prevista en ningún organigrama. Creó de un plumazo un Centro de Seguimiento y Coordinación en el ministerio con tres reuniones diarias —a las 9:00, a las 14:00 y a las 19:30— presidido por el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, aunque Fernando Grande-Marlaska también ha encabezado en alguna ocasión en las últimas horas esas reuniones. Unos encuentros en los que están participando representantes de la de Policía Nacional, de la Guardia Civil, de los Mossos D'Esquadra, de la Ertzaintza y de la Policía Foral de Navarra, además de responsables de la Vicepresidencia Tercera y de los ministerios de Agricultura,Política Territorial y Transportes.

Octava parte

De forma paralela, Interior ha ido aumentando el despliegue para la huelga, que en un principio fue mínimo, detrayendo sobre la marcha efectivos de otras labores.

El jueves a las 14 horas, Interior informaba de que había desplegado 15.520 funcionarios de las fuerzas de seguridad para dos horas después afirmar que había sumando de golpe más de 8.000 agentes al dispositivo hasta llegar a los actuales 23.598 miembros de las fuerzas de seguridad del Estado destinados a la huelga. El balance de este despliegue del Ministerio del Interior la tarde del viernes era de seis huelguistas detenidos, 34 denunciados y otros 595 identificados.