La factura de la huelga de transporte: 600 millones de euros en pérdidas y 100.000 puestos de trabajo en el aire

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El parón del transporte ha provocado pérdidas en Galicia de 75 millones a la pesca, 100 a la ganadería y unos 42 al transporte por carretera

19 mar 2022 . Actualizado a las 09:18 h.

Ya van cinco días de huelga en el transporte y las empresas empiezan a hacer balance de los daños que está ocasionando el parón convocado por la Plataforma en Defensa del Sector de Transporte de Mercancías por Carretera Nacional e Internacional, quienes demandan al Gobierno, entre otras cosas, medidas urgentes para abaratar el coste de los carburantes, la prohibición de contratar servicios a pérdida y que se les permita acceder a la jubilación a los 60, por ejercer una actividad de alto riesgo. 

Lo cierto es que, hasta ahora, no ha habido señales que apunten al fin de las protestas, que están provocando cuantiosas pérdidas económicas a lo largo de todo el tejido productivo. La patronal de la gran distribución Anged ha puesto cifras a ese agujero: 600 millones de euros en toda España. Además, unos 100.000 puestos de trabajo corren peligro.

Según fuentes de varios sectores consultados por este diario, el parón se ha llevado por delante 75 millones de euros de la cadena pesquera, hasta 100 millones en la ganadería y alrededor de 42 millones de los propios transportistas en Galicia. La factura de la huelga también abre frentes judiciales. En el sector pesquero sopesan reclamar daños y perjuicios a los convocantes del paro. Unións Agrarias reclamará a la industria el coste de la leche que han dejado de recoger.

«El recrudecimiento de las acciones está teniendo un efecto devastador sobre toda la cadena de suministro de alimentación y perjudicando especialmente a sectores igualmente afectados por el actual escenario inflacionista», denuncian. Y es que la subida de precios no se ciñe al transporte. La flota pesquera, las fábricas siderúrgicas o los propios consumidores están sufriendo en sus carnes el alza de los carburantes y la electricidad, que han repuntado todavía más por la guerra en Ucrania.

Los productos esenciales y perecederos se están echando a perder en Galicia. Los comercializadores del puerto de A Coruña han tenido que comenzar a tirar a la basura 40 toneladas de pescado. En puertos como el de Celeiro o Burela han tenido que congelar producto y parar la práctica totalidad de la actividad. No solo se podría perder la venta sino que los armadores tendrán que hacer frente a los pagos de salario, cotizaciones y costes fijos. «Este puerto (Celeiro) tiene más de 1.000 trabajadores que, si el conflicto se alarga, pueden ver amenazados sus puestos de trabajo», advierten desde Anged. 

Las cosas no están mejor en el campo. Se han echado a perder miles de litros de leche porque no se ha podido recoger parte de la producción. Los ganaderos están racionando el pienso de sus animales. 

«La agresividad de quienes secundan la huelga está impidiendo que muchos otros transportistas autónomos ejerzan su derecho al trabajo», se quejan desde la patronal. Los 23.598 agentes que el Gobierno central ha desplegado en España -2.000 de ellos en Galicia- para hacer frente a los piquetes violentos del transporte no parecen suficientes. «Pedimos que se lo tomen en serio y que aumenten el número a 40.000 si hace falta», reclaman desde la Asociación de Transporte Internacional por Carretera (Astic).  

Sobrecoste de 130 millones 

Una vez que las mercancías llegan a puerto o salen de las líneas de producción de las fábricas y explotaciones, no hay camiones que puedan transportarlas hacia almacenes y grandes centros de distribución, como los supermercados, donde los lineales empiezan a estar vacíos. La situación de tensión está obligando a algunas empresas a adoptar medidas excepcionales para evitar el desabastecimiento, asumiendo sobrecostes de 130 millones de euros al día para poder transportar y redistribuir alimentos a los puntos de venta

Desde las principales patronales insisten en la urgencia de poner fin a la huelga. Exigen al Gobierno «máxima contundencia» con estos transportistas, a los que acusan de poner en peligro la viabilidad de miles de negocios «desestabilizando el contexto económico y social de nuestro país».  

Problemas para bares y restaurantes

Las protestas seguirán este fin de semana, agravando aún más la delicada situación de las empresas. Desde la gran distribución advierten de que el seísmo del transporte no tardará en pasar factura a otros sectores: «En las próximas horas comenzarán los problemas de abastecimiento de productos, lo que afectará al suministro a las cadenas distribuidoras, así como al canal horeca», señalan en un comunicado. El parón en factorías como Estrella Galicia, que no pueden hacer envíos, puede dejar sin suministro a bares y restaurantes, que también se nutren del pescado fresco o las verduras que ya no llegan a las grandes plataformas distribuidoras. 

Ante esta situación de colapso y pérdidas económicas masivas, las patronales sectoriales han exigido al Gobierno que ponga en marcha de forma urgente un plan especial de ayudas al sector como los que han aprobado países como Italia y Francia. El país galo ya subvenciona los carburantes a pie de gasolinera.  

Desde algunos sectores han acusado al Ejecutivo central de subestimar el impacto de la huelga y de improvisar el operativo que, en opinión de las patronales del transporte, es insuficiente. También ha habido quejas por la inacción del Gobierno, que todavía no ha tomado medidas para lograr que desconvoquen el parón. La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, ha dejado claro que no negociará con ellos por ser un «grupo de radicales que actúan con violencia». 

«No se puede esperar al día 29 de marzo [...] Como no acabe la huelga, el aluminio parará. Necesitamos decisiones, aunque sean temporales», reclama el presidente de la Asociación Española del Aluminio (AEA), Armando Mateos. «La situación es crítica», reconoce la Alianza por la Competitividad de la Industria Española, que no descarta un goteo de ERTE.

El próximo lunes 21, las ministras de Economía, Hacienda y Transporte con el Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC), en el que no tienen representación los convocantes de la huelga.