El incremento de costes rebaja un 6 % el beneficio de Mercadona, pese a batir su récord de ventas

Mercadona ganó 680 millones de euros en el 2021, lo que supone un 6 % menos respecto a los 727 millones del ejercicio anterior. Y esa caída de los beneficios se produjo pese a que la cadena de supermercados que preside Juan Roig batió récord de ventas, facturando 27.819 millones de euros, un 3,3 % más que en el 2020. ¿Qué explica entonces la caída de las ganancias en un año todavía marcado por la pandemia? Lo hace el incremento de los costes fijos de la compañía, provocado por la crisis de las materias primas y por el encarecimiento de la energía, que se trasladó, además de a la fabricación, también al transporte.

De hecho, Mercadona gastó un 36 % más en energía, un 28 % más de media en materias primas y 65 millones más en transporte, unas cifras que este año la invasión de Ucrania amenazan con empeorar sensiblemente.

Durante la rueda de prensa de presentación de resultados, Roig explicó que el 78 % de los beneficios se han reinvertido, mientras que 151 millones se han distribuido como dividendo entre los accionistas. En un momento en el que el debate sobre los impuestos está más presente que nunca, el presidente de Mercadona detalló los que la compañía pagó en el 2021: 345 millones en concepto de impuesto de sociedades (el que grava los beneficios). Además, recaudó para las arcas públicas 333 millones de IVA, un impuesto que Roig pidió al Gobierno rebajar ante la escalada de precios que está padeciendo la ciudadanía. También extendió la petición de acción al Ejecutivo en materia de contención de costes energéticos. «No sé cómo se hace, pero que se haga ya», dijo, en referencia a la necesidad de cambiar de forma «inmediata» la fórmula para calcular el precio de la energía.

Una subida de precios del 2 %

Igualmente Roig recordó que en un año en el que la inflación repuntó con fuerza (especialmente en la segunda mitad del ejercicio), hasta cerrar en un 5 %, la cadena de supermercados solo había subido sus precios una media del 2 %, es decir, menos de la mitad, reduciendo el margen el 0,4 % y con un impacto de 100 millones de euros en las cuentas.

Durante el pasado año, la cadena abrió 79 nuevas tiendas y reformó otras 84. Tras cerrar 58 establecimientos, su red cuenta con 1.662 tiendas. Frente a los espacios de compra física, el presidente alabó la evolución de Mercadona online, calificando de «virguería» su tienda virtual —ya rentable—, que canaliza un 2 % de las ventas y que facturó 510 millones de euros.

«No habrá desabastecimiento»

Respecto al impacto de la guerra de Ucrania, se mostró convencido de que no supondrá un problema de desabastecimiento en España, pese a que en un primer momento se racionó la venta del aceite de girasol, que principalmente se importa de Ucrania. El directivo valenciano aclaró que había sido el «acaparamiento» lo que había provocado esa situación puntual, e hizo un llamamiento a la calma. «Quiero garantizar que la cadena agroalimentaria española y portuguesa es muy fuerte y no va a haber problemas de desabastecimiento», aseguró. «No nos podemos poner nerviosos», volvió a insistir, asegurando que hay mercancía «más que suficiente».

Sí admitió que el conflicto desencadenado por Putin provocará mayores encarecimientos de las materias primas, con el consecuente efecto inflacionista. Para contenerlo, Roig abogó por actuar en tres frentes. El primero, que Bruselas cambie «mañana» —dijo— el sistema para calcular el precio de la energía en el mercado mayorista; el segundo, bajar el IVA, un impuesto «inflacionista»; y el tercero, eliminar la burocracia a la que se enfrentan las empresas para «generar riqueza».

Para ilustrar efecto del IVA sobre los precios y cómo aumenta la recaudación del Estado, puso varios ejemplos, como el del aceite de oliva, que se vendía a 2,30 euros y de los que 23 céntimos eran de IVA; o la leche, cuyo precio ha aumentado en diez céntimos (de 58 a 60 céntimos el litro), de los que uno «se lo lleva el Estado por la inflación».

No especular con los precios

Respecto a la «tormenta perfecta» en la que estamos inmersos —con la inflación subiendo sin freno y el crecimiento económico comprometido por la pandemia y la guerra—, calificó este año de «muy difícil». Sin embargo, se comprometió a no subir «de forma artificial» los precios y también a no rebajar la calidad. «Nosotros no especularemos», sostuvo.

Pese al difícil contexto, Juan Roig se ha fijado como objetivo para este ejercicio seguir creciendo en ventas, concretamente un 3 %, hasta los 28.700 millones de euros, y mantener los beneficios en niveles similares a los de este año.

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